miércoles, 31 de diciembre de 2008

Guia


Hace tiempo había escrito un cuento sobre una raza de sujetos que habían nacido sin brújula y sin mapa, y que andaban sueltos por la vida al tuntún sin terminar de hallar nada que les defina o interese.
Tontamente libres esas gentes.
En el relato, también, había una vueltita de tuerca: Alguien o algo, había roto en muchos pedazos pedacitos del mapa de cada cual y los había distribuido entre el resto de estos sujetos, de tal modo que quién hiciera las preguntas adecuadas obtendría esa parte de sí, puesta al cuidado de los demás.
Era necesario ir en busca de los otros para poder hallar su sentido, su geografía, su propósito.
Reconozco haber tenido suerte.
Este año me a puesto en la vía de muchas personas, ente ellos en la tuya, en tu camino, y las preguntas han hecho que recuperase esta parte de mí puesta a tu cuidado.
Estoy mas entero, mas contento.
Gracias por el cuidado, por este retacito de mí que si no fuera por vos no habría encontrado o tendría que haber redibujado con crayones y lapiceras a la deriva en un mar de incertidumbres.
Espero haber podido cuidar bien de los retazos que te pertenecían, ha sido un placer y un orgullo tenerlos al cuidado, pero ya es tiempo de que vuelvan con su dueño.
Buen provecho y feliz 2009!!

lunes, 29 de diciembre de 2008

LAS ESCONDIDAS


Me desvelaron los velos, uno tras otro, componiendo mi percepción.
Como puedo ser metódico, entonces aíslo lo que pretendo de lo que creo, de lo que debiera y lo que está siendo.
El proceso me resulta tan asombroso como concebir que la materia tiene más de vacío que de sólido, que nunca tocamos nada, que son sólo campos de repulsión y censores de presión en la piel.
Apresurado descontextualizo, desanalizo, despienso y descreo pero sólo doy con más velos.
Neurotransmisores, caldo de vida, cajas negras con secretos mecanismos.
Miro al techo, el ventilador gira en sentido de las agujas del reloj, el sentimiento no es razonable, las sensaciones tampoco, las intuiciones menos.
En ese momento me deja el caballo en la mitad del camino, tendré que seguir a pié.
Generalmente, pienso, creemos estar dentro de un cuerpo que nos pertenece, con una razón que no alcanza y una conciencia que se rehúsa a mostrar su ubicación.
Una puntada se hace prevete encima de mi ojo izquierdo.
“Suéltalo” decía un maestro Zen.
Retomo: Si quiero ser fiel a mí mismo debo empezar por saber donde o quien es ese “si mismo”, para no terminar permitiendo que los demás vivan mi vida. Pero solo hayo capas traslúcidas, una encima de otra, superpuestas, yuxtapuestas, y cuanto más velozmente avanzo, quitándolas, aparecen más y más.
Un infinito viaje retirando lo superficial hasta lo profundo.
Fácil decirlo.
Protones, neutrones, electrones… antes pequeñas esferas sólidas componiendo la materia, hoy gigantes huecos rellenos de quarks que por ahora serán las partículas más pequeñas y firmes hasta que se demuestre que, seguramente, son cáscaras que llevan dentro otra variedad de partícula.
El “si mismo” se me escapa como el agua entre los dedos cuanto más trato de asirlo.
La serpiente agazapada entre las matas da su golpe fatal: ¿Y Si todos los velos caen alguna vez y me encuentro con el vacío?
Me detengo agitado ante el abismo.
Acorralado el zorro, ya sin aliento, rodeado de perros oye los caballos acercarse.
Solo entonces suelto…
Dejo correr al arroyo y me extasío con su música.
Donde quiera que esté mi “si mismo” está a salvo de “mi mismo”.
Eso me reconforta.

Inicio

viernes, 26 de diciembre de 2008

INVISIBLES RECOVECOS


- Estoy sentado delante del paciente y entonces, sin levantarme de la silla, empiezo a golpear la pared con el puño cerrado, una y otra vez sin dejar de mirarle a la cara…
Me quedo extasiado mirando como reproduce el movimiento y su expresión agitando el brazo derecho hacia una invisible pared en el patio de casa.
- ¿Qué es esto?, les pregunto….
Silencio.
- Jaja, a esa altura algunos creen que estoy loco y que no saben que están haciendo ahí, jajaja…
Expectación.
- ¿Por qué mi mano no puede pasar para el otro lado?...
Sigue moviendo el brazo.
- Algunos me contestan que porque hay una pared, otros porque la pared es dura, gruesa, otros, la mayoría, no dice nada… luego, yo les comento, “es porque hay un límite… por eso mi mano no puede pasar”…
Los dos seguimos mirando a nuestro interlocutor, nos tiene atrapados en su relato, y él lo sabe, así que se toma todas las pausas que puede, y yo, mientras, trato de absorber todo para venir corriendo a escribirlo antes que se desvanezca.
- Esta pared, no nos deja pasar para el otro lado, nos mantiene aquí adentro, pero, a la vez, impide que los rayos del sol nos quemen, nos protege de la lluvia, del viento, nos limita, es cierto, pero además nos protege… eso es lo que los “límites” hacen, demarcar un lugar de libertad y definir cuales lugares son prohibidos para mantenernos a salvo…
Claro, pienso, por la quita de libertad es que uno se revela, pero pierde de vista la ganancia de la protección. Un límite, limita (redundantemente), pero a su vez protege de lo que haya al otro lado de la pared. Concluyo.
- la gente tiene alergia a poner límites, sobre todo a sus hijos, pues les desorienta de sobremanera el berrinche que estos arman… pero como dije, si no hay límites…
Me quedo pensando en las paredes, los cuartos, las ventanas, pasadizos y altillos de mi casa virtual hecha de límites… concluyo que es muy amplia, pero que posee unas buenas paredes, bien resistentes.
La tarde sigue su paso y dejamos el mate para empezar con unos daiquiris de melón.
Primero se hizo el plano, luego las primeras paredes, más tarde algunas reformas, todos entre el arquitecto y el maestro mayor de obra, hasta que quedó firme, luego, y con el tiempo, me adueñé y empecé yo solo a seguir con las ampliaciones, los cambios y los recortes…
- ¿Qué tal si celebramos todos en calzones?- Propone…
Mi casa es bella y lo sé, no por que la pueda ver, sino porque estando adentro siento esta placidez y tranquilidad que se siente sólo si se está en el hogar.

Dedicado a Sergito

miércoles, 17 de diciembre de 2008

DE NUEVO A LAS ANDADAS



Una y otra vez negando lo que hay,
mirando en otra dirección,
dando más crédito a lo que se supone debiera ser
que a lo que es.

Nuevamente la tristeza ante la demanda,
la imposibilidad de llenar los huecos del gruyere,
de secar las tormentas, de humedecer al sol
el nacimiento de una inflexible infelicidad.

Tan cerca, tan plenos,
Tan felices, tan presentes.
Pero hoy no es más hoy
el pasado duele, el presente me ignora y futuro se burla.

No me pondré colores
No participaré del engaño
Algo de respeto me queda
Por vos y por mi.

Sigamos pues andando,
mezclados en la madeja sin fin,
dice la experiencia: hilos que se cruzan,
no siempre terminan en nudo.

Me llevo tu presente ausencia,
prometiendo ausentarme ante tu presencia,
hasta que tu ausencia se haga ausente,
y pueda mirar de nuevo al sol de frente.

NAVIDADES


Pasábamos la Navidad en la casa de una tía hermana de mi papá, solíamos llevar comida y armábamos entre todos la mesa navideña.
Mi papá solía actuar algún escándalo antes de salir, era algo que tras los años se había transformado en un sinónimo del espíritu navideño.
La casa de la Tía era inmensa, yo me juntaba con mis primos y primas que no veía en todo el año y nos la pasábamos jugando.
Me encantaban los cohetes, decía un tío que la manera de alegrarme el día cuando era chico no era comprándome un juguete, sino regalándome una caja de fósforos.
Los chicos correteábamos, casi no nos sentábamos a la mesa, los grande hablaban, comían y tomaban.
Una vez hice baila un “trompito loco” en la pelada del dueño de casa, otra uno de mis primos tiró una batería debajo de la mesa donde todos estaban distraídos charlando.
Venían los primos desde Mendoza a celebrar en Santiago del Estero, mi papá se juntaba con su hermano de allá y se ponían en pedo ante la desaprobación de mi tía y mi mamá.
Me hacía ilusión esa juntada anual.
Varios años hubo regalos para todas le demás familias y para nosotros no, no teníamos la costumbre, sólo solíamos recibir regalos en reyes.
Yo no entendía de costumbres, pero si de diferencias.
Un año robé un regalito lleno de cohetes del arbolito.
Luego de las doce todos entendieron de donde salían tantas chispas y estampidos cuando los cohetes se habían terminado.
Creo que fue más vergonzosos para los adultos que para mí.
Una noche buena deleité a todos con mis mejores cuentos verdes (muy verdes).
Nuevamente, creo que fue más vergonzosos para los adultos que para mí.
Mirando para atrás recuerdo que lo disfrutaba, que las diferencias no pesaban y que la noche era un continuo de juegos hasta bien tarde, y que la diversión duraba hasta que me quedaba dormido en algún sillón (Hoy lo sigo haciendo).
Me fascinaba el pesebre, una vecina no se cansaba de contarme la historia una y otra vez además de todas las veces que yo se lo pedía.
De tantas maneras pudiera hoy celebrar, de tantas otras pudiera hoy amargarme.
Pienso que a veces miramos para atrás poniendo esta mete adulta en el cuerpo del niño que habitó esas vivencias pasadas, haciéndonos creer que no la pasamos tan bien pues hoy ya perdimos la capacidad de gozar de las cosas simples.
Eso no me lo hago más.
El reloj se niega a marcar las doce y la caja de fósforos se sacude de ansiedad en mi mano aguardando por llenar el aire del aroma a pólvora que me hará feliz una vez más.
Estoy acá, estás acá ¿que más?.

martes, 16 de diciembre de 2008

DEUDA


Pablo dejó de jugar con sus amigos, no teneia tiempo, había pasado mucho habre en el pasado y no queria que se volviara a repetir.
Ya no salía al prado, temía recordar sus épocas de mendigo, temía también que los demás le recordaran.
No contestó llamadas de teléfono, pues había pasado frío y no quería que eso volviera a pasar.
Dejó las salidas con amigos, las cervezas frías en verano, los mates con masas en invierno, las playas, la montaña, las casas de amigos conocidos y no tanto.
Pablo tenía una vaca.
La vaca daba leche.
Con la leche se hace queso y yogur.
Pablo pasaba los días cuidando de que a su vaca no le faltara nada.
Se lo debía, la vaca lo había sacado de la miseria.
Horas mirandola pastar, horas ordeñando, tmando y vendiendo productos y sub productos.
Pablo no era más pobre.
En el pueblo todos lo reconocían con admiración al pasar.
Las vacas no abrazan.
No bailan.
No charlan.
No te dicen que te quieren.
Las vacas mugen, pastan, miran y sobre todo, dan leche.
Pablo emepzó a odiar a su vaca.
Pablo odiaba odiar su vaca, después de todo, lo había sacado de la miseria.

FINAL 1:
Pablo entiende finalmente que su vaca no lo es todo y con mucho esfuerzo empieza a hacer espacio en su vida para los afectos, las salidas, las distracciones y las personas empezando a amar no solo a su vaca, sino a él mismo y a quienes le rodean.

FINAL2
Pablo piensa que la vida es injusta, que las vacas debierna hacer algo más que dar leche, que Dios es un imbécil, que la gente es ladina e interesada, que si se hacerca a alguien corre el riesgo de quedarse sin su vaca. Los años pasan y Pablo termina siendo un viejo casacarrabias con tres vacas más que al comienzo con tanto dinero como soledad para contar.

FINAL 3
Pablo mira a su vaca, toma un arma y luego de matarla se suicida.

FINAL 4
Pablo abraza profundamente a su vaca y con lágrimas en los ojos la vende para ponerse un dugstore.

FINAL 5
Pablo luego de tanto aislamiento le propone matrimonio a la vaca, él de traje, ella se casa de blanco y se come el ramo ante la decepción de sus amigas, son felices por siempre jamás ya que nadie comprende a Pablo como su vaca.

FINAL 6
Pablo se da cuente que él no es su vaca, y sale a vagar por el mundo. La vaca conoce un toro y tiene hermosos terneritos, ellos mantienen correspondencia hasta le día de sus muertes.

FINAL 7
La vaca es una metáfora de las metas y los trabajos sobreestimados, las pédidas son todo eso que dejamos de lado sin darnos cuenta arruinadonos la vida, Pablo es una metáfora de las personas con las que te topas a diario o tal vez vez vos mismo, y si es de este modo, el final lo pones vos…

miércoles, 3 de diciembre de 2008

OCHO PATAS Y UN CORAZON


Cae una mosca en la red, independientemente de sobre qué nudos esta se asiente, cada unión, cada hilo, recibe la vibración de su desesperado intento de huir.
Solía imaginar que algún día podría comer cuantas tortitas quisiera, pero ahora estaba a dieta.
Imaginaba que contando con una PC su trabajo sería más fácil, y ahora no puede encontrar la diferencia sentada delante de la pantalla.
Decía que conocería muchos lugares cuando tuviera el auto, que invitaría a dar una vuelta a muchas personas, no contaba con la escasez de tiempo.
Una tela de araña es algo que en sí misma carece de sentido, necesita del afuera para funcionar, es algo receptivo.
Una casa era un sueño diferente de las aristas de lo real, el baño gotea y el patio es muy chico.
Quería un amor, pero no contaba con el dolor.
Quería una familia, pero no se imaginaba que se trataba de eso.
Quería una lista larga de cosas que fueron de a poco llegando, de manera tan imperceptible que no pudo percibir cambios en la longitud y el peso de las cosas por conseguir.
Tensa e impecable la tela espera silenciosa.
Una veja amiga, una charla de café.
Media hora de recuerdos sobre los días de estudiantes, las entregas de trabajos, los finales, las trasnochadas, las necesidades, la lista…
Cada nudo se resiente en la presencia lejana de un intruso en la tela.
La lista tan llena y ella tan vacía.
Una pieza del rompecabezas que se había extraviado llegó a completar el cuadro.
Cada nudo tuvo sentido por una mosca lejana.
Al principio se ensombreció al descubrirse rodeada de lo que había peleado por conseguir desde hace años.
Tanto tiempo perdido, pensó urgida.
Saludó, pagó el café, hizo un llamado inventando una excusa, se subió al auto, busco a sus hijos por el colegio y se fueron a la montaña.
La capacidad de poder “tener” nada tiene que ver con la de poder “disfrutar”.
Con tener no alcanza.
Mientras manejaba entre la risa de los suyos mariposas en el estómago le cosquilleaban dulcemente, había tanto por ser gozado.
Tanto por ser vivido.

jueves, 27 de noviembre de 2008

SEXO


Te cuento un secreto: Debajo de la ropa de cada persona hay una vagina, o un pene, un par de senos, un ano.
Sentate y mirá e imaginate. Puesto así verás que el sexo no parece gran cosa.
Si, tus padres también cuentan, aunque no necesitas obligarte a imaginar nada.
Sexualidad no implica genitalidad, un buen baño con jabón perfumado puede ser muy estimulante, una barra de chocolate, un licorcito, la ropa perfumada, sabanas limpias, un chapuzón en la pileta un día de calor.
Para ningún ser humano existe un período de celo que condicione su deseo.
Somos una raza muy sexuada.
Nos encanta el sexo.
Armamos grandes escándalos precisamente por esto.
No es casualidad que seamos tantos en el mundo.
La identidad sexual no está sujeta a un solo factor.
Nada es determinante de nada.
Comer un choripán con mucho apetito puede ser muy erótico.
Una caricia genital en el momento no propicio puede ser muy perturbadora.
El buen sexo entre personas implica acuerdo.
El buen sexo solitario implica acuerdo también.
Todos tienen penes, vaginas, anos, senos, codos, narices, ojos, orejas, axilas, cabellos, espaldas, dedos, brazos, pies, uñas, etc. puesto así, el sexo no parece gran cosa.
Somos el ser vivo más sexuado que habita el planeta, ¡eso si es gran cosa!.
Nada más animal que reducir el sexo a su aspecto reproductivo.
Quienes deciden no usar sus genitales igual tienen y desarrollan su sexualidad.
Nada más humano que disfrutar de la expresión libre y responsable de la sexualidad.
Nos encanta, y ése es para muchos el problema.
Lo que dice Pedro de Juan habla más de Pedro que de Juan.
Tu sexualidad es tuya.

viernes, 21 de noviembre de 2008

CARENTE CONCIENCIA


Temo desconocerme, que un día el espejo me devuelva una imagen que no es la mía, que me quede sólo de repente sin una pista del que fui, perdido en una multitud de rostros sonrientes carentes de felicidad.
Temo perderme en una curva, en una intersección, en un desvío, en un desvarío, en tu mirada que me cree cierto, en los lugares que transito día a día que con el roce suelen rayar dejando muescas.
Temo Morirme y seguir vivo sin darme cuenta, haberme cristalizado, estar seco desde las entrañas, haber alcanzado todas las certezas, tener claro el corazón de la vida, saber que dicta Dios, el Diablo y entender el entramado de la objetiva realidad.
Temo perderte aunque sé que eso algún día ocurrirá pues solo los siameses tienen la gracia de llegar e irse acompañados, no quisiera arribara el día en que pueda describirte con los ojos cerrados y perderme así la maravilla del verte crecer.
Temo quedarme sin tiempo para un te quiero, te extraño, sos muy importante para mí .
Temo también quedarme sin palabras, sin aliento, sin latidos y así, quieto, tener que dejar de amarte.
Por eso no me pienso ni te pienso, dejándote ser y hacer, sólo entonces me descubro lejos del espejo, fuera de las certezas, en la incertidumbre de que un día puedas no estar o que yo también me pueda ausentar, en el delicado compromiso que hace que me elijas, en esa no necesidad de las promesas, en el simple estar estando, y gozar juntos de la melodía mientras el disco siga girando.

jueves, 20 de noviembre de 2008

“ESO”


Solía vagar sin rumbo entre acantilados, en las quebradas y cañones, por las orillas de los ríos que calaban hondo la tierra, cerca de las paredes, de las cosas más altas que él, pues era tan espigado que sentía vértigo al casi tocar con la cabeza las nubes pasajeras de primavera.
Quiso la casualidad que en su descuidado caminar de tan largas piernas, sus pies casi aplastaran un sapo cantor.
Al alzarle para ver si le había hecho daño, este, que estaba en perfecto estado, se fascinó con la altura y lo bello del paisaje, entonando sus mejores melodías, componiendo loas y alabanzas a tanta belleza.
El canto resonó dentro suyo de tal modo que despertó la dormida capacidad con la que todas las personas nacen que es la de poder asombrarse y apreciar lo bello por el sólo hecho de estar ahí, y olvidado de un santiamén sus temores, salieron juntos a caminar.
Recorrieron paisajes y geografías inimaginables, hasta que la noche hizo que su anfibio amigo necesitara volver con la banda musical de la laguna, pero cuando estuvo a punto de soltarle, el miedo volvió con una furia descomunal, le sudaron las manos, empezó a temblar, y del fondo del pozo del pánico apareció el odio cual Basilisco entre ladrillos.
Entonces se vio tentado de retener a su amigo, de no dejarlo bajar, de transformarlo en un prisionero en la cima de una torre, ya que si el sapo intentaba saltar moriría al caer de tal altura.
Si el batracio se quedaba él nunca más sentiría miedo y así junto a su guía seguiría descubriendo nuevos lugares cada vez más exultantes…
No; se dijo, y entre temblores dejó descender a su nuevo amigo.
Ni bien las patitas del sapo tocaron el conocido musgo su corazón se tranquilizó y una placidez recorrió todo su largo cuerpo, algo en él había comprendido que lo que es despertado, nunca más se vuelve a dormir.
Se sentó bajo un algarrobo, arrullado por el canto de sus nuevos amigos, sabiéndose conquistador de lo más preciado, de eso, que permanentemente se cruza ante las narices de la gente pero que absortos en minucias lo dejan pasar para luego lamentarse por no tenerlo.

lunes, 17 de noviembre de 2008

CRISIS


Plomiza tarde de noviembre, de nubes bajas, calor y aire estático.
Si tuviera presencia física le haría oír mis furibundas razones para estar disgustado con ella.
Los gatos panza de costado boqueando, hartos, apáticos, desparramados por el patio compartiendo mi abúlico estado.
Acercaría con malicia un alfiler al globo de la paz reinante para que el estampido al menos moviera el aire.
Quieta espera, incómoda demora, la inminencia de un cambio que no acaba de efectuarse, presencia de esa cuestion enervantes que tiene el estar pendiente cuando las cosas que no dependen de uno.
El gato negro bajo el rosal blanco levanta las orejas en dirección este, los otros dos lo acompañan a coro con sus cabezas, truenos para mí inaudibles auguran la esperada transformación.
Gutural sonido como venido de las entrañas de la tierra despertándome un reverente y ancestral sentimiento de zozobra se despliega entre las nubes, los truenos ya están aquí y empiezan a sacudir la densa atmósfera.
Los tres se esconden, yo salgo mirando directo al cielo, acompañado en mi soledad por millones de ancestros, con el espíritu lleno de asombro, tratando de apropiarme de los cambios que se suceden sólo con mirarlos, dedos luminosos se riegan en todas la direcciones.
Caen tímidas las primeras gotas, luego el cielo se vacía en el patio de mi casa, mojando las sillas, las plantas, las baldosas, manchas negras de forma circular se unen hasta cubrir con un manto oscuro todo lo que tocan.
Rostro al cielo, sonrisa plena, descompresión, frescura, torrente que lava por fuera, que barre por dentro, ideas muertas son arrastradas, se hincha el pecho, braman los dioses, brazos abiertos, fuego y agua, nacimiento y muerte, todo en un instante eternamente ínfimo, y yo pequeño metido adentro, y yo inconmensurable metido adentro…

viernes, 7 de noviembre de 2008

HOLYWOOD


Baúles, estatuas, adornos, con aspecto raído y envejecido, todos puestos en sus estanterías, mostrándose para venderse, cuanto más viejos parecen más caros son.
Ropa con cortes, deshilachados, desteñidos, jirones y mal cosidos, zapatos de cuero desgastado, manchado, puestos en maniquíes, en perchas, nuevos con apariencia envejecida, cuanto más viejo más caro.
Muebles con estéticas antiguas, con tratamientos para mostrar un paso del tiempo que no ha ocurrido, igualmente, cuanto más antiguos parecen, más caros son.
Leí una vez “La gente no quiere leer, más bien, le encantaría haber leído”.
Retacitos, pedacitos pequeños que vamos tejiendo para embáucanos, para mentirnos.
Excéntricos destinos nunca visitados, trofeos como recuerdo de lugares no conocidos pueblan nuestras casas despertando el asombro de los visitantes, hablan los objetos de vivencias no ocurridas y de viajes inexistentes.
Abrazamos el buzo raído, lo olemos e imaginamos historias inciertas, nos encanta que nos halaguen ese pedazo de historia ficticia puesta sobre la piel, nos hubiera gustado haberlo tenido cinco años con nosotros, pero la moda es tan cambiante.
Cuanto más viejo más estilo, mejor apreciado el mobiliario de la casa, y nos sentamos en ese sillón de fundición que es una tortura para la espalda, pero que engaña tan bien a los sentidos que nadie pensaría que fue hecho el año pasado.
Invalidando experiencias, menospreciando el pasado, avergonzándonos de las verdaderas herencias, deshaciéndonos de nuestras raíces, comprando origenes mejores, más glamorosos, más acordes a nuestras pretensiones, entrando todos en el juego de mentirnos y creernos, de libros, ropas, lugares y personas que nunca pasaron usados para tapar viejas verdades.
Tal vez algún día el pueblo del lejano oeste muestre ser solo una escenario montado en el medio del desierto para filmar una película de vaqueros. Un artificio para entretener al público. Solo fachadas con palos detrás. Tal vez, si tenemos suerte un remolino se lleve envuelto las apariencias y podamos confrontarnos con la maravilla subyacente que ignoramos ser. Tal vez.
Mientras, compramos historia, y la pagamos cara.

lunes, 3 de noviembre de 2008

BOCANADA


Juan se levantó temprano en contra de su propia voluntad, tomó café del día anterior mirando al quipo de mate en su bandeja, se vistió añorando una ducha mientras sus axilas picaban por el desodorante añejo, pensó en los zapatos y se puso las zapatillas, ignoró el dolor de piernas del partido de Paddle del domingo mientras abría la puerta de calle en lugar de la del garaje e inspiró profundo ante el día que comenzaba. Ignorando las señales de calor aceleró el paso y extrañó el la música del MP3 en medio de las bocinas de los autos, saludó a la gente en contra de sus deseos y no en todos los casos fue gratamente saludado, deseó una gaseosa Light pero al no haber traído dinero tomó agua del bebedero de una plaza, después trotó un rato hasta que le dolió el costado y descansó panza arriba en el pasto haciendo caso omiso de lo que su cabeza decía que la gente podía comentar…
Nubes y el azul inmenso.
Luego volvió a su casa como quiso, se dio una ducha porque así lo dispuso, más tarde se pondría los zapatos que añoró más temprano, escuchó música mientras la tibia agua lo limpiaba y gozó el aroma del exquisito jabón.
Esa tarde, en el trabajo, Juan estuvo irreconocible como desde hace algún tiempo y por una vez en la semana. Más vivaz, tranquilo, positivo, bien dispuesto y por sobre todo descansado.
El miércoles nada parecía mover a Juan de su centro.
En ese único día a la semana, él solía tomarse el tiempo para ignorar todo aquello que su mente le dictara y hacer lo opuesto de lo que normalmente haría: Hoy fue el parque, la próxima sería el Shopping, la otra un pasaje a un paraje incierto.
Juan elegía los miércoles antes del trabajo para extrañarse.
A Juan le gustaba tomarse vacaciones de sí mismo.

viernes, 31 de octubre de 2008

EL MENOR DE LOS MALES


Si te detuviera en tu camino hacia algún lugar y te preguntara porqué decides caminar sobre tus codos sangrantes en vez de sobre tus piernas, estoy seguro que te enojarás conmigo, pues no comprenderías mi observación.
Si te preguntara sobre porqué eliges comer acostado boca arriba entre ahogos y lágrimas, estoy convencido que me escupirías la comida a medio masticar echándome de tu lado.
Si te llamara a reflexión sobre el cinturón apretado que cada mañana sueles ponerte para atravesar el día, es muy probable que te quedes mirándome con los ojos llenos de furia.
Si te inquiriese sobre las espinas que llevas a tus costados, que no dejan de pinchar a cuantos se te acercan, me doy cuenta que me empujarías fuera del escenario con los dientes apretados y las muelas rechinando.
Si tocase el cristal en el que te has encerrado para evitar ser dañado, estoy seguro que aullarías como una alarma y meterías más la cabeza entre tus brazos.
Si lo sé con tanta claridad es porque solía habitar el limite interno de tu reino hasta que un día el aire se hizo escaso para estar los dos.
Al salir esa tarde, recuerdo, vos preferiste quedarte.
Ahora yo he decidido quedarme aquí al costado; esperando.
No observaciones, no miradas, no sonrisas.
Quieto, de respiración apacible, mente clara atenta a la eventualidad, expectando, quieto para caer de a poco en el sueño de tu olvido y formar así parte del paisaje inerte que rodea tu perfecto globo de soledad.
Entonces, un día, cuando pienses todo muerto a tu alrededor y salgas a tomar aire fresco, sacudiré mi sopor y nos volveremos a encontrar.
Mientras, el tiempo es vasto y la paciencia es mucha.
Hasta siempre, recita mi mente; hasta siempre...

lunes, 27 de octubre de 2008

ENGAÑO


Según la teoría del Big Bang todo el cosmos nace de una explosión que aún hoy permanece en expansión.
Desde el origen las partículas se van distanciando más y más entre sí en la medida en que nos alejamos en el tiempo del estallido original.
Debemos suponer, al menos, que somos unos varios cientos de veces más grandes en tamaño que el hombre medieval, pero que no hay modo de darnos cuenta ya que todo crece a nuestro alrededor pues los átomos que nos constituyen son los mismos que forman al resto de las cosas y si entendemos que medir es comparar y el parangón se modifica a la par de lo que se desea medir, no hay modo de registrar variación alguna.
Paradójicamente puedo ser el que me permitas, ese que dibujes en tu mente, el que interpretes, el que pretendas, el que califiques; ese que se vestirá de fantasma con los harapos de tu mirada de Gorgona para poder permanecer.
Ya ves, puedo mentir incluso al cosmos.
Pero no para siempre…

21


Como en el juego del 21, o su equivalente, el mentado Black Jack, es más difícil tomar decisiones o pedir más cartas en la medida en que la apuesta es más alta.
Azar y probabilidad se combinan en este popular juego que ya tiene millones de adeptos alrededor del mundo.
El Black Jack es uno de otros tantos juegos que uno puede encontrar en un casino, sea real o virtual.
Recomiendo ser moderado en el manejo de las fichas pues aún cuando la probabilidad de ganar sea alta no deja de ser eso, una chance y sólo eso.
También recomiendo entrar con la intención de jugar, no de ganar, pues la experiencia dependiendo de esta expectativa podrá variar de óptima a terrible respectivamente.
Frecuentemente el ansia de ganar, no deja disfrutar.
Existen juegos que pueden estirarse una vida entera ya que sus participantes especulan y no definen por miedo a quedarse fuera del mismo.
Esto ocurre cuando alguno o ambos ponen todas las fichas.
Se olvidan de divertirse.
Se olvidan que se trataba de una apuesta.
Se olvidan de jugar.
En este contexto decir “te amo” puede significar el fin.
Los participantes suelen olvidar que hay otros juegos.
En breve la mesa ya no muestra movimiento de cartas, solo miradas y acusaciones.
A esta altura los participantes se olvidan de quienes eran ellos antes de entrar.
En este contexto decir “quiero una carta más” puede significar el fin.
Tarde o temprano una burbuja de silencio se apodera de la mesa.
En este contexto decir “ya no te quiero” puede significar el fin.
Pero los participantes quieren seguir estando.
El mutismo gana en una invisible pulseada de infelicidad compartida.
Infelicidad, sí; pero compartida.

miércoles, 22 de octubre de 2008

UN DIA MAS


El trabajo, la computadora, la pantalla, los urgentes, el teléfono, mi casa, el robo, la policía, la puerta forzada, el desencanto, el desorden, la tristeza, los faltantes, el enojo, criminalística, las huellas, la seccional, la denuncia, el portón, el candado, el soldador, el pasador gigante de caño, la puerta, el cerrojo de acero, el apuro, el miedo, la inseguridad, el corte de luz, la térmica, el trabajo hecho, dos llaves pasan a ser cinco, los presupuestos, la alarma, la puerta reja, una llave más y van seis, el cansancio, el final del día, la fresca noche, el desgano, la charla, las dudas, las decisiones tomadas, las ganas de la culpa, nuevamente el desgano, las plantas, el patio, la manguera, el sobreponernos, el grifo, la lluvia sobre la reseca tierra, el aroma, los colores de nuevo, el teléfono, la cerveza de la heladera, la charla, el fresco, el alivio de seguir estando, las culpas se desvanecen en pétalos, fresca cerveza, caliente angustia, aplacamiento, la placidez, la pizza, la segunda botella helada, los pies estirados, la panza llena, la seguridad, la risa, el placer de seguir estando, el cariño, la tranquilidad, y el placer, el inmenso e inexplicable gran placer de seguir estando…

viernes, 17 de octubre de 2008

CARNE DE TU CARNE


La rutina se hizo añicos esa tarde de viernes, un llamado telefónico y mi noción de la realidad quedó patas para arriba, los planes palidecieron para desaparecer, era necesario tomar decisiones apresuradas y en menos de tres horas me encontraba a bordo del micro que me llevaría por mil kilómetros de incertidumbre.
Mi hermano no estaba, había mandado infinidad de mensajes para quedar de acuerdo y encontrarnos, no estaba, una mezcla de bronca y preocupación empezó a crecer dentro de mi confusa expectación. No era bronca con él, era enojo con la insidiosa duda, la maldita incertidumbre de que iba a demorarme más en verte.
Siempre hace calor en mi ciudad natal, no importa que sea el mes de Julio. En la vereda estaba mi hermano, bajé con dificultad del taxi, hablamos poco, había tierra suelta de los canteros de la calle, se veía que la lluvia había estado ausente hace tiempo.
Finalmente me llevaron con vos, el corazón me latía fuerte, la enfermera hizo una excepción, eran las dos y el horario de visitas era hasta la una y media, otra gente, otras camas, olor a desinfectante, quejidos, luz baja, desnudeces humanas, y vos en la cama del final del salón verde de azulejos asépticos.
Te vi chiquita, doblada sobre vos, las sabanas sueltas, labios morados, la respiración dificultosa, abriste los ojos y me hiciste entender que estabas complacida de verme, te tranquilicé, me tranquilicé, te hice un poco de energía ante los ojos extrañados de las enfermeras.
Dos semanas se sucedieron, 14 días de miedo a perderte, mientras, con mis hermanos y familiares nos hicimos más humanos, mas cavilantes, vacilantes, reflexivos, empáticos… y yo cobré renovada conciencia del lazo fuerte que me une a vos, mi vieja; mi mamá.
Camino solo, pero de sólo pensar que puadas no estar, mi caminata deviene en renguera…
Hoy veo complacido que saliste más fuerte de lo que entraste, valoras más la vida, no te enganchas en peleas absurdas, apuestas por el cariño, te arriesgas mas a amar aunque pueda doler, ya no fumas, de apoco estas empezando tus olvidadas caminatas, has bajado de peso, te diviertes más, te ríes, cuentas chistes apuntados en tu libretita, y haces tantas otras cosas que me hacen sentir orgulloso de ser tu hijo.
Pero no me engaño, se que no vamos a estar siempre y que algún día faltará alguno de los dos, pues es la ley de la vida y este año me lo ha hecho recordar con el hierro candente de la posibilidad de perderte, así que en este nuevo día de la madre, te vuelvo a decir, que seré siempre tu hijo y que el mundo es inmensamente más bello sólo por el hecho de que estés en él.
Sé que algún día nos vamos a separar, entonces veré que hago, mientras, voy a gozarte en cada latido, en cada respiración…
Feliz día mi Turca Bella.

martes, 14 de octubre de 2008

EL TOQUE DE MIDAS


Quiero un diez, dijo… y lo obtuvo.
Quiero plata, dijo… y la obtuvo.
Quiero una casa, dijo… y la obtuvo.
Quiero alguien con quién dormir, dijo… y lo obtuvo.
Quiero una familia, dijo… y la obtuvo.
Quiero el auto, dijo… y lo obtuvo.
Quiero la pileta, dijo… y la obtuvo.
Quiero ser feliz, dijo… y no pudo.
Entonces quiero honores, dijo… y lo obtuvo.
Entonces quiero millones, dijo… y los obtuvo.
Quiero sentirme valiosa, dijo… y no pudo.
Entonces quiero una mansión, dijo… y la obtuvo.
Entonces quiero una amante, dijo… y lo obtuvo.
Quiero paz interior, dijo… y no pudo.
Entonces quiero el Alfa Romeo, dijo… y lo obtuvo.
Entonces quiero el jacuzzi, dijo… y lo obtuvo.
Quiero saciarme, dijo… y no pudo.
Luego, se cubrió la cara con pastillas, vistió ironía, se envolvió en desprecio, se adornó en odio, se maquilló con poder, se emborrachó con sexo utilitario, se ajó y pulió desde afuera, y se llenó…
Se completó,
rebalsó…
…de vacío.

viernes, 10 de octubre de 2008

CONDICIONAL


La llave se negaba girar en el tambor, Alejandro puteaba entre dientes, Méndez lo tenía podrido, hoy había estado a punto de contestarle mal, ese hijo de puta se aprovecha porque está enganchado con la gerencia, pensaba, si tan solo no necesitara tanto la plata, todo por llegar al cero, si hasta parecía que el auto sabía que lo tenía agarrado de las pelotas, todos los días antes de subirse miraba como el hueco del radiador con los faros parecían una cara sonriente congelada en burla.
El fresco del comedor, los cantos del canario desde el balcón, tiró la ropa por cualquier lado, se había chivado, olor a pata también, no había nadie, se quedó desnudo y se sentó sobre el sillón, preparó un fernet, puso música; Méndez y la puta que lo parió, y la hija de puta de la esposa del gerente, que se cree, con esa baranda a perfume caro, el celular sonando y la alimaña en brazos que no deja de ladrar.
Puso la televisión, Los Simpson, ya había visto el capitulo como veinte veces, le dio frío, fue a la pieza a buscar una remera, el canario cantaba en su jaula, afuera hacía calor, mañana podría llegar antes y hacerle pelota las rudas del auto, total el chupamedias siempre es el primero en llegar; llamarme lameculo a mí, que acaso no se vio en el espejo este cabrón.
Entró el canario, lo puso sobre la mesa y se quedó miándolo, el bicho saltaba del palito al piso de reja y de nuevo al palito, seguía cantando pero menos, al parecer lo había puesto nervioso; todos los meses hay que pagar la cuota, el seguro, la tarjeta, el celular, menos mal que la vieja no le cobraba los impuestos; zángano le decía su hermana, claro, ella se quedaba en su casa rascándose mientras el marido se deslomaba.
El tic tac del reloj ya le tenía las pelotas por el piso, el canario manchaba la mesa con el mijo cuando aleteaba, deben ser como las cuatro y media, pensó, ya llega la vieja, cuotas, cuotas, cuotas, barrotes arriba, abajo alrededor, tomó la jaula y se fue al balcón, sonrió, algo empezaba a ceder entre su pecho y la garganta, hacía calor afuera.
Abrió la puertita, el ave de plumas doradas salió con aleteo rápidos, y se perdió entre los edificios, él podía también, la jaula quedó dada vuelta en el suelo, el mijo y el agua en la baldosa, inservible ya, cerró la mampara, adentro estaba más fresco, llegó su madre, ¿Qué hiciste?, una sonrisa y la angustia ahora ausente,
Un estampido suave y sordo, el giro, la sorpresa, una mancha en el cristal, un manojo de plumas amarillas en el suelo del balcón, al otro lado del vidrio, nacido y criado para estar en cautiverio, desde chiquito, poco hábil para manejarse en la naturaleza, generaciones una tras otra, todas igual, ¡Pero que estúpido animal!, dijo su madre, la angustia volvió mas fuerte pues sabía de qué animal estaba hablando…

martes, 7 de octubre de 2008

JAQUE A LA TORRE


Palito sobre palito, atadura tras atadura, escasos materiales, arqueadas a veces por el inclemente viento, mojados por la lluvia acalorados por el sol.

Torres de uno, torres de dos, de familias, palito tras palito haciendo una estructura cada vez mas grande, ansiosos por ser la torre más alta, desde arriba parecen las torras más pequeñas difíciles de ver.

A veces quedan vacías, de tanto en tanto inmensas estructuras quedan baldías decayendo con el tiempo, también ocurre que algunos se animan saltando para llegar desde su torre, a veces lo logran, otras no. Las torres baldías suelen tener muchos muertos alrededor.

Palito tras palito, todos en la tarea, comparándose, celándose, apremiados como si no hubiera mañana, desde chicos con los pies sobre la torcida madera muerta, la caña, la paja, los retazos venidos a material de construcción.

Hasta que caen, a veces por distraídos, otras por haber heredado una torre deficiente, o haber construido mal la propia, “caer en desgracia” dicen los de las torres altas quienes al estar más arriba mas temen al suelo.

Panfletos, folletos, libros y programas de T.V. hablan sobre las vidas de quienes dominan el valle desde las alturas, y de los que habitan las bajas partes, para que quienes estén a media altura deseen y teman, en todo caso, para que no dejen de trabajar.

No recordaban sus pies la tierra, parados sobre palitos, toda la vida, se preguntaba que había para el otro lado de la aldea de las torres, pero temía en secreto, y las voces decían que era mejor estar quieto, palito sobre palito.

Algunos habían caído los pudo ver, las lagrimas la impotencia, los mocos negros de tierra, las caras rojas en expresión de ahogo, arrastrándose a pesar de tener piernas, reclamando desde el fondo por ser oídos.

Hay sistemas de ayuda para izarlos de nuevo, algunos lo toman, otros no cesan de caer una y otra vez, se hacen adictos a los palitos prestados, con el tiempo, dejan de mover incluso los brazos.

Cuando sus pies tocaron la tierra un recuerdo ancestral le susurró al oído que las piernas estaban hechas para caminar, no solo para mantener la cabeza alta sobre las torres, y caminó.

Muchas voces quisieron ayudarle, convencerle de que había caído en desgracia, y ante su negativa sus padres le dieron las espalda, su barrio, sus amigos, su comunidad, así que tuvo que migrar.

Pies para pisar palitos, manos para atar, voces para gritar entre torres, fuerza para sostenerse, sueño para descansar y juntar más palitos.

Bajo las torres, tras el monte, cruzando el arroyo, lejos de los gritos, los pájaros cantan, el sol brilla, los pies caminan y otra gente habita.

Tuvo que callar las voces para saber quién era.

viernes, 3 de octubre de 2008

INTELIGENCIA


Salimos a pasear del brazo, ella deslumbrante compañera, y nos enlazamos con otras parejas, nos seducimos, nos comparamos, somos especiales, nos lo creemos, nos encantamos, encandilamos, nos dejamos hacer, hacemos, nos gusta, embriagados, encendidos, risueños, irreverentes, crueles…
Una llave inglesa, magnifica para ajustar tuercas; igual de útil para partir una cabeza:
Sólo una herramienta.

martes, 30 de septiembre de 2008

LA IMPOSIBLE ANIMALADA


Primero pensé en las asiduas hormigas protegiendo a los pulgones del rosal para ordeñarlos con sus antenitas.
Luego se me vino a la cabeza la gallina mantenedora de la homeostasis del gallinero, esa que recibe los picotazos de todas para no tener que picotearse entre ellas.
La almeja con su perla fue otra ocurrencia, eso de que la incómoda arena que se les mete es transformada en una bella perla.
Nada en la naturaleza me pareció satisfactorio para hacer metáfora de su comprometida actividad.
Él era un tipo simple dado a complicarse, y me costó trabajo darme cuenta. Al principio yo solía caer en su trampa: La de creer que necesitaba ayuda, un consejo, apoyo, contención, orientación, pero me equivoqué, no era eso lo que él buscaba.
Casi siempre hablábamos de lo mismo, cambiaban los nombres pero las situaciones se repetían, había tantas recurrencias que empecé a pensar que estaba metido en un infinito “déjà vu” cuando me juntaba con él.
Supongo que al tiempo de conocernos yo me había involucrado sentimentalmente de alguna manera, algo de buen samaritano tengo, así que no puedo evitar sentirme involucrado cuando veo sufrir a un par, y tal vez por eso es que me costó tanto separar las cosas para arribar a la concusión que ahora te cuento.
A este muchacho le gustaba sufrir.
No a la macana, luego entendí, sino que, como le gustaba escribir, se metía en lios, buscaba gente con deficiencias en lo que él iba a pedirles para, a continuación, poder decepcionarse, correr a ahogarse en angustia e incomprensión y luego escribir sobre ello agregando un poema más a lo que sería su libro.
Libro por el cual sería recordado para siempre, solía decir.
No tardé en a ser alguien molesto para él, comenzó a mostrarse agresivo conmigo, pienso, ahora a la distancia, que le molestaba tanto optimismo pues atentaba contra su inspiración, ya que si no se deprimía, ¿Sobre qué iba a versar su próximo poema?
Así continuó la historia hasta donde pude saber: Elegía sin cesar relaciones inconvenientes para salir herido, mas no muerto, a escribir con roja tinta los versos de su desgracia.
Nos dejamos de ver.
La gallina, la almeja, ni la sacrificada hormiga podían explicarme una manera de llevar la vida tan extraña, pues los animales, como sabes, no tienen voluntad ni decisión, no son libres, a diferencia de este señor que a diario optaba por el sufrimiento y la incomprensión para alimentar un libro cuyas paginas, yo intuía, no verían nunca la luz, pues al tiempo de usar tanto los mismos zapatos se ponen tan cómodos que te olvidas que los llevas puestos.

lunes, 29 de septiembre de 2008

HISTORIA EN DOS TIEMPOS



Solía esperar que todos se durmieran, luego me arrastraba despacio por las baldosas frías tratando de no hacer ruido, contenía la respiración, aguzaba los sentidos; luego, ya en la pieza de mis padres me incorporaba gradualmente detrás de la silla y me quedaba quieto esperando oír los ronquidos acompasados de los dos antes del siguiente movimiento…

Llegamos a tiempo pero tuvimos que esperar que la gente de la función anterior saliera del cine. Nos quedamos charlando cuando llegó Pablo que venía atrasado pero que dadas las circunstancias resultó ser más puntual que nosotros. La gente salió son cara de agobio, sin embargo pude oír buenos comentarios. Ya en las butacas escuchamos a Laureano explicarnos sobre la trayectoria del director, otras películas y una reseña artística de lo que estábamos por ver. Las luces se pagaron y la pantalla se iluminó.
“Puedes estar media hora en el cielo, antes que el Diablo sepa que has muerto” rezaba la boca negra con dientes tipográficos blancos.
Algo pasó dentro mío al leerlo.


Gradualmente metía la mano en el bolsillo del pantalón hasta alcanzar la familiar textura de la plata, mi oído, mientras, seguía el ritmo de las respiraciones y una vez extraído el botín me arrastraba al baño, encendía la luz y contaba los billetes…
Luego, de casi dos horas de tensionante disfrute. Las luces se encendieron.

- Esta es la clase de película que hace que valores la vida que tienes.
Dijo Pablo.
- Fuerte. Dijo Pedro.
Yo no dije nada.


Siempre había muchos billetes y yo me ilusionaba con que algún día, cuando creciera, tendría a mi disposición todo eso y más para hacer lo que quisiera. Guardaba un billete de los que estuvieran más repetidos, mi papá jamás contaba la guita. Apagaba la luz, salía distraídamente hasta mi cama, luego, al constatar los sonidos nocturnos me deslizaba de nuevo al bolsillo para devolver lo secuestrado con su imperceptible faltante. Finalmente volvía y dormía plácidamente hasta el día siguiente: Así probé todos los sabores de Conogol, vi películas en el Cine Renzi, me enloquecí en los video juegos varias veces.
- Tu papá sabe que le has sacado plata. Dijo mi mamá con expresión grave una vez que volví de la escuela.
Las horas de disfrute empalidecieron y se achicaron para en comparación con la eternidad de las dos horas que tuve que esperar hasta que mi papá llegó del trabajo.
No me quiso ver, comí solo en la cocina, a mis hermanos les pegaba muy duro por mucho menos que lo que yo había hecho, pero no me dijo nada, a la tarde cruzamos miradas nomás, y yo que esperaba el azote, el odio en sus pupilas, en cambio encontré tristeza, profunda e insondable.
Comprendí que algo se había roto.
Sumido en el infierno, por media hora en lo que pensaba era el cielo.

viernes, 26 de septiembre de 2008

UN PLAN PERFECTO


Un buen día me decido y armo un plan a corto plazo, para el día siguiente, pues así de expeditivo soy, luego se lo comunico a todos y me desbando hablando de las ventajas del cambio cuando quede implementado en mi vida y de lo mal que la venía pasando hasta que me di cuenta de la necesidad de hacerlo, entonces todos me felicitan, nos reímos, destapamos vinitos y cervezas, recibo palmaditas y abrazos, algún beso, es bueno sentirse querido y aprobado.
Llega el gran día y me sorprende en la cama con pocas ganas de levantarme, me arrastro hasta el baño, luego la cocina, el mate y la tele, me quedo el día entero mirando el cartoon network, no atiendo el teléfono, me siento fatal, sé que iba a cambiar hoy, pero no me dejo, trato de no pensar, me esquivo en los rincones de mi casa, no me miro al espejo, no hoy, a la noche salgo de juerga con esos amigos a los que no les había dicho nada, no disfruto, me la paso sintiéndome culpable, mal.
Al tercer día evalúo el nivel de infelicidad que me he aportado de manera tan deliberada y al constatar que aún me siento culpable, estoy satisfecho.
De vez en cuando hago eso, formulo un plan de cambio sobre algo que sé debo mejorar, les cuento a todos sobre me decisión para después pasarme por las reverendas pelotas lo que dije que iba a hacer, me masoqueo, me siento la peor lacra y después me excuso en que soy débil, que no puedo aunque quisiera, y los demás, al ver que me sigo ajustando a los adjetivos que ellos me asignan dada mi frecuente conducta, me siguen queriendo. Soy predecible, por eso me quieren, saben que esperar, aparte les gusta el vinito, yo lo sé, y yo al ser el débil de carácter los hago sentirse fuertes a ellos, por eso me quieren. Está bueno.
¿Y vos que me mirás así?, seguro que vos nunca hiciste algo parecido, jaja, contame…

miércoles, 17 de septiembre de 2008

A FUERZA DE GRAVEDAD


Acobacho como el ratón pero sé que no soy uno.
Como el castor haciendo diques con troncos ajenos.
Como el hamster que tenía de chico y que solía meter más pan de pancho en los cachetes de lo que le daba la boca.
Como el hornero, las hormiga, la abeja, la tierra y los planetas y los agujeros negros, ando con un halo de gravedad que atrae cosas sobre mí.
Me agarro, me aferro, fuerte, con uñas, dientes, clavos, cierres, alambres de púas, candados, alarmas, enojos, miradas y comentarios…
De pronto me despierto…
No me puedo quedar aunque quiera, vengo de visita, de paso...
No depende de mí, es esta mi naturaleza de estar siempre de viaje.
Entonces te dejo estas palabras para que las cuides, las uses y luego las dejes en brazos de otro, pues, ya es momento de empezar a viajar más liviano.

viernes, 12 de septiembre de 2008

“ESTA FRASE ES FALSA”


No todo es verdad, no todo es mentira, blanco o negro, dulce o amargo, correcto o incorrecto, doloroso o placentero, bello o feo, alto o bajo, gordo o flaco, pesado o liviano, amplio o estrecho, loco o cuerdo, suave o áspero…
Existen millones de medias tintas.
Los extremos son siempre teóricos.
Tu juicio no califica, construye.
¿En qué mundo has estado viviendo?

miércoles, 10 de septiembre de 2008

LLAMADO A LA SOLIDARIDAD


Cada tanto nace uno de ellos.
Es difícil de darse cuenta de qué se trata ni bien llegan al mundo. Ellos tampoco lo saben… pero a medida que van creciendo la gente que los rodea se van dando cuenta, a veces incluso, antes que ellos mismos.
Aman mucho, se enojan mucho, lloran mucho, se alegran mucho, parecería como que la naturaleza no les hubiera dotado de piel y la vida les llegara sin filtros, pero, les puedo asegurar, no se trata de un problema dérmico.
El sexo es indiferente, no se han hecho estadísticos de la preponderancia femenina o masculina en esta clase de sujeto, tampoco hay cuestiones genéticas, biológicas, de crianza o atmosféricas que nos arrojen pistas sobre este tema.
Al poco tiempo la gente detecta con algún sensor que están con alguien de esta clase, pues empiezan a sentirse incómodos en su presencia, como que llenaran más el espacio de lo que su cuerpo físico demanda.
Luego, empiezan a notar que a estos sujetos las cosas les salen con menos esfuerzo que al resto, lo que despierta envidias y suspicacias.
Así también suelen mandarse catástrofes enormes con apenas un gesto.
Si estos sujetos no se dan cuanta de su naturaleza a tiempo, el prospecto es desfavorable.
Si tratan de achicarse para entrar en el cajón social e igualarse, sufrirán esta imposibilidad por el resto de sus vidas.
Es recomendable que se pueda encontrar con pares, así y solo así, el gigante podrá desarrollarse al cien por ciento de sus capacidades.
Este es un llamado a todos los gigantes que habiendo nacido en un mundo de enanos has sufrido garrotazos y mezquindades sin saber porqué, para que sepan que su grandeza puede ser usada con responsabilidad para el bien común, que no han elegido nacer así y que es mejor hacer provecho de quién realmente se es y dejarse de joder con pretender ponerse zapatos que hacen doler para disimular.
Señores, las mayorías son solo eso, la historia de la humanidad nos muestra cómo avanzamos gracias a las minorías, las que, siendo combatidas en su tiempo, hoy nos han legado las cosas mas bellas que nuestra cultura tiene.
A todos los gigantes, es tiempo de dejarse ser.
Gracias.

martes, 2 de septiembre de 2008

CONSTRUYENDO


Caminando por una calle cualquiera, yéndose el invierno de a poco, acarreando el perezoso viento algún juguete considerado basura por algún peatón.
Miro las ramas desnudas, la plácida tranquilidad de los gigantes que parecen muertos, esperando al sol más tibio para poder brotar.
Agradezco poder aún ver y deslumbrarme con las cosas, que si hubieran sido aprendidas, habrían pasado de largo como un día ordinario en la ciudad.
Así me quedé extasiado ante un cerezo en flor y por un momento mis obligaciones desaparecieron quedándonos los dos solos en mutua apreciación.
No hay palabras para describirlo, sólo se puede disfrutar y guardar el respeto por tanta magnificencia, tratando de no manchar con descripciones tal milagro.
Ese romance de pocos minutos hizo que mi día fuera mucho mejor, volví más humano de mi viaje improvisado ese día de fines de invierno.
Al retirarme, y en la medida que el flujo de pensamientos volvía a tomar curso, me asaltó una sólida duda que llevé masticando por el resto de la semana.
¿Sabe el cerezo de su belleza?, ¿Hago yo que sea bello al apreciarlo?, ¿Sería bello si nadie cayera en cuanta de su colorido despliegue?...
No había manera de preguntarle al árbol, pues las palabras son cosa exclusiva de seres humanos, expandiéndose más la duda en mí, echando raíces en mi interior.
Hasta que un día ordinario al “desaprenderte” de nuevo, como cada tanto suelo hacer, encontré la respuesta en tu atenta mirada.
Vos me haces bello simplemente con mirarme pues tienes la habilidad de ver lo mejor en mí, incluso puedes predecir las flores y los brotes que aún no asoman.
Admito ser mi peor crítico y es posible que si no hubiera tenido el frontón de tu cariño ahora varias floridas ramas estarían ausentes.
Hace tiempo asumimos el compromiso de hacernos más sanos, más sabios, más bellos, simplemente con disfrutar y guardar el respeto por tanta magnificencia, tratando de no manchar con descripciones el milagro que somos.
Que bueno que nos “hagamos” tanto bien.

miércoles, 27 de agosto de 2008

COMO Y CUANTO


Conocí el desasosiego al descubrir que te quiero de manera cuantitativa, es más, entendí que tu cariño hacia mí era de la misma índole, lo que nos puso dentro de la competencia de las comparaciones con terceros por las “cuantías” de afecto.
Pero así no tenía que preocuparme por mantenerte, ya que podía buscar otros cuantos de afecto en brazos ajenos para olvidar tus posibles desaires.
Así no eras especial y yo gozaba de un eufórico desapego pleno de tonta libertad.
Gané libertad al pedo, pero libertad al fin.
Alcancé la paz al descubrir que te quiero de manera cualitativa, es más, entendí que tu cariño hacia mí era de la misma índole, lo que nos dejó fuera de la competencia de las comparaciones con terceros por las “cuantías” de afecto.
Pero ahora tenía que preocuparme por mantenerte, ya que no podía buscarte en brazos ajenos para olvidar tus posibles desaires.
Así eras especial y yo me perdía de un eufórico desapego pleno de tonta libertad.
Gané libertad con sentido, libertad de elegirte.

martes, 26 de agosto de 2008

HECHO A MEDIDA


En todo hábito existe un condicionamiento o sea que se subordina el acto a una percepción señal, que sustituye la causa primitiva del acto (un ejemplo el hambre con relación al horario).
Un acto se vuelve automático y autónomo cuando se libera cada vez mas de los estímulos exteriores y contiene las percepciones reguladoras necesarias.
El aprendizaje del hábito es por medio del adiestramiento mientras que el método de aprendizaje instintivo es a través del ensayo y error.
Cada adquisición, se refuerza mediante la repetición, facilitando los primeros que se logran, el aprendizaje de los siguientes.
Mientras que en las especies inferiores cada dificultad se resuelve mediante una acción exitosa, en el hombre queda un aprendizaje de la vía de resolución a través de la memoria.
Somos monos sociales, adiestrables, pasibles de acostumbramiento por repetición.
Nuestras actividades diarias corren en su gran mayoría al margen de la conciencia y voluntad.
Paradójicamente somos libres.
Dentro de la jaulita.

miércoles, 20 de agosto de 2008

LA GRAN DUDA

Como saben, soy un fanático de los gatos... esto incluye a todos los felinos... y una gran duda que tuve desde chico era si los grandes gatos, como los leones, ronroneaban... miren en este link como, gracias a mi amigo luis (Quien trabajó para el zoo y sabía lo que hacía), me pude sacar la intriga:


http://es.youtube.com/watch?v=QnSf2gV6nqw

Por favor no se les ocurra pensar que es buena idea hacer esto sin la supervisión de alguien responsable...

Pueden ver a Luis haciendo lo mismo en:
http://es.youtube.com/watch?v=0iio4vWZhAI

besos a todos

UNA CABEZA MUY ESTETICA


Carlos veía la tele cuando su lacio cabello se empezó a enrular por acción del noticiero de las 8.
Lo curioso es que no se dio cuenta de ello hasta llegar a la oficina donde una compañera le dijo que le quedaba bien, y agregó que el lacio era medio peligroso de andar luciendo ya que “era un look muy egoísta” mientras mordía un grisín de salvado de avena y jugueteaba con unos clips sueltos en el escritorio.
Mirándose en el espejo, Carlos decidió que su cabello estaba lindísimo y que le daba una “chapa moral” que lo hacía interesante decidiendo quedárselos.
Esa tarde se compró un fijador de pelo de Loreal París extra firme.
Esa semana fue diferente, todos repararon en los rulos, y le dijeron que era “re-buen tipo”, que se notaba lo “buena leche” que era de solo verlo y que “ojala la juventud fuese como él”.
El fijador no hizo efecto, el lacio aparecía cada vez que se distendía.
Carlos empezó a comprar el diario y no se perdía el noticiero, reduciendo de este modo su vida social.
En las pocas reuniones a las que iba adoptó la costumbre de hablar sobre lo malo de la situación mundial y cada vez que habría la boca lograba que los rulos se hicieran cada vez más y su cabeza empezara a tener un aspecto afro muy ’70.
“Es importante estar al tanto de las desgracias a las que nos somete el sistema capitalista, la mala distribución de la riqueza y el hambre golpeando a la puerta de los países tercermundistas, la inseguridad en las calles, la necesidad de un régimen más estricto, el libertinaje que inunda nuestras calles, el desparpajo sexual y los embarazos adolescentes, la corrupción de los políticos y del campo Vs. El estado del que no me hagas ni hablar porque me indigna”… decía mientras enarbolaba las manos agitándolas en el aire.
Carlos tenía unos rulos morales magníficos, sin lugar a dudas, y todos se lo hacían saber cada vez que lo veían.
Al tiempo dejó de salir a la plaza, decía que era peligrosa, además no podía perderse el noticiero de las cinco.
“Estar informado es esencial dada la situación horrenda en la que nos encontramos como país” decía, y los rulos se le apretaban más en la cabeza.
En algún punto de su historia Carlos se olvidó que había sido lacio alguna vez.
Se murió un poco más temprano de lo esperable “por vivirse haciendo mala sangre”, “al parecer las venas y arterias también se le enrulaban”, dijeron los parientes mientras tomaban café en el velorio.
Afuera, en el mundo, el país, la provincia, el barrio y en la casa de Carlos, las cosas siguieron exactamente igual, sólo que sin Carlos y, por supuesto, sin sus magníficos y perfectos rulos.

martes, 12 de agosto de 2008

EN TRANSITO


Cuando vayas en auto, sentate en la parte de atrás e incliná tu cabeza de modo que puedas ir viendo el cielo y los cables que lo cruzan, el ritmo curvo de los puentes y vías de acceso rápido, algunas torres, el final de las casas y edificios, los aviones y sus estelas, las nubes, sus colores, sus formas etéreas, deja que tus ojos se relajen al punto de no pode fijarse y la respiración se haga abdominal, que el sonido de la radio y la voz del conductor no te importen, que se nuble dentro tuyo…
Dejá hacer. Date tiempo…
Ahogá la razón que dice que en lo banal de tu experiencia no podrás ser absorbido hasta la médula, despareciendo, fundiéndote, dejando de existir incluso para vos, dejando de ser en busca de un ser mas tangible…
No es dormir, no se parece a estar alcoholizado, porreado, hiperventilado o drogado con alguna otra cosa, es una lucidez hecha de brumas confortables, es una fracción pequeñísima de tiempo desplazándose continuamente, un espacio casi nulo que se sitúa por encima de tus recuerdos y expectativas…
Es el lugar donde todo ocurre, donde las plantas crecen, donde late tu corazón, donde vives sin enterarte…
Es el presente como en espacio nulo entre el pasado y el futuro.
Ese presente que al ser todo nos hunde en la paradoja de la nada.

lunes, 11 de agosto de 2008

VORAZ



Sacrifiqué el sabor por no morder
Prefería no comer por no dañar
Temía mi voracidad
Pero no se puede incorporar sin antes triturar.

En algún punto dejé de temerme
me abracé en mi naturaleza de predador
hoy hasta gozo de triturar, morder y desgarrar
Me sé indolentemente voraz.

Si algo está dentro mío es que lo he digerido,
Pero antes pasó por mi boca
Por mis dientes
Y desde la otra noche tengo un nuevo apetito.

Confieso tener predilección por lo bello
Así mi deseo por vos es un halago
Prometo ser dócil y tierno
Prometo que no te va a doler.

CUADROS DEL YOR. 11 SOFIA

CUADROS DEL YOR. 10 RONDA NOCTURNA

CUADROS DEL YOR. 9 ORIGEN

CUADROS DEL YOR. 8 NOCTURNA

CUADROS DEL YOR. 7 MATERIA ORIGINARIA

CUADROS DEL YOR. 6 GIRO INCIERTO

CUADROS DEL YOR. 5 AL MEDIO

CUADROS DEL YOR. SERIE VORACIDAD 4 VORACES

CUADROS DEL YOR. SERIE VORACIDAD 3 ESPACIO INTERIOR