martes, 28 de diciembre de 2010

PRESENTES



Hoy casi termino con mi cometido.
Ya casi he abierto los 365 regalos que conlleva este 2010 que se va acabando.
Haciendo un concienzudo balance he de decir que…
Me he topado con muchas sorpresas en cada nueva caja que he ido abriendo.
Me he comido guantes de boxeador con duros resortes,
He encontrado un gato blanco que no deja de seguirme y adorarme,
He colectado palabras brillantes y firmes, untadas con costosas promesas y las he visto hacerse polvo en mis manos ni bien el clima cambió,
también hubo cajas con palabras pájaro que al abrirlas se fueron con el viento,
y otras, que cual semillas, empezaron tímidas y descoloridas y que hoy son matas selváticas o árboles llenos de verde, flores y frutos.
He encontrado más amistad, buena voluntad, alegría, confianza, cariño y amor en las cajas menos imaginadas de lo que nunca pude siquiera soñar,
he aprendido que las cajas nunca dicen nada sobre su posible contenido,
y que las cajas muy suntuosas son las más engañosas.
Ha habido cajas conteniendo cosas de plata, oro, madera, lata, papel o de ese otro material que jamás caduca con el tiempo y que puedes llevar siempre con vos, que no ocupa lugar y que no sabías necesitabas tanto hasta que no llegó a tu vida.
Me he percatado de que sin importar cuantos sinsabores haya desenvuelto, mi ánimo es siempre festivo cuando una nueva caja llega para ser abierta, será porque entendí que son presentes, y que si no me apresuro a saltar en conclusiones, las cosas más oscuras a veces terminan por ser las que nos iluminan cuando la noche nos sorprende en medio de la nada,
o será, tal vez, porque aún no comprendo porqué soy depositario de 365 regalos sólo por ser quién soy.
He desenvuelto brújulas que te hacen extraviar y veletas que te orientan, libros que desinforman y caricias que enseñan, tiempos muertos muy vivaces y álgidos momentos tremendamente aburridos, lluvias que acaloran y soles refrescantes, quietas brisas y movidos silencios…
365 regalos, 8.760 presentes, 525.600 obsequios, 31.536.000 sorpresas.
Ahora, si me disculpan, debo irme, aún me quedan 4 paquetitos prometedores con mi nombre escrito en las etiquetas y yo sigo distraído escribiendo estas palabras…
Vayan ustedes también a abrir sus regalos, uno nunca sabe con qué maravillas puede llegar a encontrase…

FELIZ 2011

martes, 14 de diciembre de 2010

TEMERARIAS FIESTAS




¿Que tal si no miramos por primera vez?
Si nos dejamos enamorar por los detalles una vez más,
Jugamos al amnésico de las viejas nanas,
Y hacemos un ritual de fuego para las facturas viejas,
¿Y si nos animamos?…

¿Y qué si sonreímos sin causa aparente?
Nos miramos y dejamos que la risa se contagie,
Que la sonrisa se haga risa y la risa carcajada,
Que nos duela la panza y se nos caigan las lágrimas,
¿Y si esta vez nos atrevemos?...

¿Si soltáramos de una vez el peso?
Perdonamos a los que están y a los que se fueron,
Aceptamos que hicieron lo mejor que pudieron,
Y al liberarlos nos liberamos,
¿Tendríamos el valor de andar sin cadenas?...

¿Que tal si nos educamos para lo realmente importante?
Nos inhibimos de pensar que ella trajo menos comida,
Que las papas no tienen sal, el zapato aprieta,
el regalo no es lo que esperaba y él me mira feo,
¿Tendríamos las agallas de disfrutar?...

¿Y si dejáramos ir de una vez a los que ya no están?
Los seres queridos, la vieja casa, el barrio, las voces,
la gente que amamos una vez y que merece seguir su rumbo,
sacamos a la calle las viejas cajas y los muebles inútiles,
¿Nos permitiríamos el fresco vacío de dejar ir?...

¿Y si por una vez nos consentimos?
Nos damos permiso para la bebida, la comida,
Los abrazos, los besos, los cariños, los regalos,
La música, los fuegos artificiales y la gracia de estar vivos
¿Osaríamos tanta plenitud?...

¿Y si nos amamos esta noche?
Sin condiciones, sin peros, con el pecho amplio,
La sonrisa franca, la tibieza dispuesta,
La alegría fácil y la complicidad de querernos,
Porque nos lo merecemos,
porque nos hace bien,

o porque sí nomás…

viernes, 10 de diciembre de 2010

POCO PASTO



Terminando el año, acercándose a las fiestas aparecen los balances obligados, esos que hacemos a propósito y esos otros, más inconscientes, que se imponen sólo por estar rodeado de gente que nos contagia de “findeañismo”.
La violencia familiar suele subir para estas fechas.
Todos queremos tener, hacer, gozar, comer, pero no todos podemos.
A veces no hay… pero otras veces si… y muchas veces más no hay lo que esperamos, aunque haya de sobra…
Afecto, dinero, techo, comida, bebida, regalos, luces y arbolito…
A veces estamos ciegos a lo que hay, tan ciegos como lo somos en relación a nuestros logros… “mirá lo que lograste este año!”, nos dicen, y ahí apuramos un: “si pero…”
Pero, pero, peros hasta el infinito…
Si pero NO…
No estoy conforme con esto, tampoco con lo otro… y otro año me avisa que cuento cada vez con menos tiempo para hacer, ser y tener…
Que injustos solemos ser con nosotros mismos… montados a nuestras espaldas dando poco pasto y muchos azotes… como si eso fuera a mejorar las cosas.
Si respiras, lo has logrado,
si lees estas palabras y las entiendes, lo has conseguido,
si te despiertas cada mañana, has llegado a la meta…
porque no importa lo que hagas o cuan lejos de la meta creas que estás,
ya estás en ella…
La meta es existir… ¿que más?
Respira y date las gracias…