martes, 30 de septiembre de 2008

LA IMPOSIBLE ANIMALADA


Primero pensé en las asiduas hormigas protegiendo a los pulgones del rosal para ordeñarlos con sus antenitas.
Luego se me vino a la cabeza la gallina mantenedora de la homeostasis del gallinero, esa que recibe los picotazos de todas para no tener que picotearse entre ellas.
La almeja con su perla fue otra ocurrencia, eso de que la incómoda arena que se les mete es transformada en una bella perla.
Nada en la naturaleza me pareció satisfactorio para hacer metáfora de su comprometida actividad.
Él era un tipo simple dado a complicarse, y me costó trabajo darme cuenta. Al principio yo solía caer en su trampa: La de creer que necesitaba ayuda, un consejo, apoyo, contención, orientación, pero me equivoqué, no era eso lo que él buscaba.
Casi siempre hablábamos de lo mismo, cambiaban los nombres pero las situaciones se repetían, había tantas recurrencias que empecé a pensar que estaba metido en un infinito “déjà vu” cuando me juntaba con él.
Supongo que al tiempo de conocernos yo me había involucrado sentimentalmente de alguna manera, algo de buen samaritano tengo, así que no puedo evitar sentirme involucrado cuando veo sufrir a un par, y tal vez por eso es que me costó tanto separar las cosas para arribar a la concusión que ahora te cuento.
A este muchacho le gustaba sufrir.
No a la macana, luego entendí, sino que, como le gustaba escribir, se metía en lios, buscaba gente con deficiencias en lo que él iba a pedirles para, a continuación, poder decepcionarse, correr a ahogarse en angustia e incomprensión y luego escribir sobre ello agregando un poema más a lo que sería su libro.
Libro por el cual sería recordado para siempre, solía decir.
No tardé en a ser alguien molesto para él, comenzó a mostrarse agresivo conmigo, pienso, ahora a la distancia, que le molestaba tanto optimismo pues atentaba contra su inspiración, ya que si no se deprimía, ¿Sobre qué iba a versar su próximo poema?
Así continuó la historia hasta donde pude saber: Elegía sin cesar relaciones inconvenientes para salir herido, mas no muerto, a escribir con roja tinta los versos de su desgracia.
Nos dejamos de ver.
La gallina, la almeja, ni la sacrificada hormiga podían explicarme una manera de llevar la vida tan extraña, pues los animales, como sabes, no tienen voluntad ni decisión, no son libres, a diferencia de este señor que a diario optaba por el sufrimiento y la incomprensión para alimentar un libro cuyas paginas, yo intuía, no verían nunca la luz, pues al tiempo de usar tanto los mismos zapatos se ponen tan cómodos que te olvidas que los llevas puestos.

13 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Me gustan las primeras metáforas, pero es cierto, no sirven para describir a tu amigo el poeta... ¿maldito? (muchos escritores piensan que este tipo de vida masoquista, ese es el término justo, es el modo único por el que creen llegará la inspiración, la musa o la idea que servirá de material para su arte; me incluyo, porque muchas veces me tienta este estilo de vivir... pero cansa a los demás, ¡si te contara cuanto!). Volviendo del largo paréntesis, en el caso de los animalitos citados, si bien llevan vida de mártires católicos, su función es necesaria para el normal desenvolvimiento de su comunidad. Pienso ahora en tu amigo, ¿su sufrimiento buscado, sus antenas receptoras de angustia, son necesarias para que en otros lados halla gente feliz y despreocupada, viviendo con placer e intensidad?, ¿en nuestra sociedad existirá este tipo de ley de compensaciones?
También puedo adherirme a tu reflexión final, tu amigo adopta una tristeza que a la larga -o la corta- le calza bien, angustia cómoda y amiga que, como decís, no le hará producir un verso más.

Como siempre, cavilar por aquí es un momento mágico.

Mauro dijo...

Maldito?..como dice la Castaña...hubo y muy buenos...como mi poeta favorito..Jean Arthur Nicolas Rimbaud..Verlaine...y tantos otros malditos..El pintor Van Gogh...hasta el propio Mozart, expresaron sus talentos adoptando una forma de vida ¨especial¨..
PD:en el mensaje de Maria Castaña en el reglon 16 hay una palabra que busque en el diccionario y no lo encuentro...pienso que habr sido un error de teclado. HALLA..Perdonen mi ignorancia..pero entre aqui para aprender...

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Mauro:
halla y haya son palabras homónimas (suenan igual), las dos son formas conjugadas, la primera, que es la que uso, del verbo HALLAR -encontrar- y la segunda del verbo auxiliar HABER. En general, la gente, para no pifiarle pone siempre haya, pero está mal. Si el significado es encontrar, la palabra correcta es halla.

P.E.P.E. ® dijo...

... yo soy un maldito.

YOR dijo...

Proyecto María Castaña: Recuerdo una vez que me saltaron encima por ser optimista. Tenía unas amigas que no se cansaban de lamentarse de TODO, si, de TODO y vivían planeando el gran salto que nunca dieron, en el ínterin me mandaron al carajo… porque yo, iluso, al escuchar sus largos monólogos de penuria pensaba que me estaban pidiendo consejo, pero sólo querían público… así que me sacaron del medio y consiguieron público nuevo para representar su obrita de líneas tan conocidas…
Pienso que si la vida te mete en grande bretes, y si de eso puedes hacer algo artístico para goce de la humanidad, buenísimo, pero pasártela pensando que sos el que le pasa todo lo peor cuando lo mas grave que te ocurrió es que se te apagó el calefón, bueno… ahí hablamos de otra cosa.
Un abrazo grande!

Mauro: Pienso que el personaje de la historia es no es un “maldito” del calibre de los citados por vos, que dicho sea de paso, so burro de mí, aún no he leído nada de estos muchachos, pero si he disfrutado de las pinturas de Van Gogh y oído algo de Mozart. Volviendo al tema, este muchachito es alguien que tiene una buena vida en la que, para hacerse el víctima, fuerza su vista para estar de lo más infeliz que pueda.
Sería como que a un Van Gogh le tocó el plato de polenta todos los días a las 12, y se las ingenió para pensar que era pizza, pollo, bondiola, caviar, etc., pero este muchachito tiene un banquete delante y suele orinarlo antes de comer para después poder quejarse del sabor.
Por ahí lo expresé mal en el cuento y pareció que estábamos ante un verdadero mártir, pero esa no era la intención.
Para aprender estamos. Te quiero!

Proyecto María Castaña: Yo soy de los brutos que no distingue una de otra, gracias por la data…
P.D.: Seguro me seguiré equivocando.

Pepe: ¿Serás realmente un maldito? ¿De que calibre? ¿De que calaña?... CHAN…
Un abrazote digital.

sergio dijo...

Y sabe qué.... un poco identificado me sentí.

Es decir, me involucro en esos líos (no en tantos como quisiera...), también escribo.

Pero en mi caso, los veo como cosas separadas. No busco problemas para escribir. Escribir es una necesidad que está siempre, aun cuando no lo haga en ese momento. Es un modo de ir hacia lo oscuro, lo ignorado de mí.

Mientras que los líos son más esporádicos, y sobre todo involuntarios. Pero ¿son involuntarios? Uhmmmmm.


Aunque obviamente no negaré que de los líos uno escribe con cierto morboso placer. Soy, sin embargo mucho más modesto que el muchacho del relato, no espero el Nobel por ello.

No espero nada.

Vio, ahora que leo el comment completo entiendo por qué me sentía identificado: soy un masoca cualquiera que en los ratos libres escribe.

Y bue..."cada quien es como Dios lo hizo y, a veces, mucho peor.

Mauro dijo...

Sergio...no sera mejor...

Que uno es ..como uno quiso..y a veces mucho peor...

Dejemos al Dios tranquilo...que ya bastante tiene con sus demandantes.
un abrazo

P.E.P.E. ® dijo...

... de los que mataban hormiguitas con la lupa.
(ojo.. a las rojitas, que eran "malas")

YOR dijo...

Sergio: Como dijo Mauro, uno es le principal artífice de uno mismo, eso esta muy bueno, pero pesa MUCHO, pues nos deja sin la chance de poder poner la culpa fuera cuando pasa algo que no nos gusta, igual, no siempre podemos decidir conociendo todas las variables y así pues aparece luego el concepto de habernos equivocado… y uno capitaliza y aprende e ingresa mas complejidad al campo de acción… ahora cuando el supuesto “error” se repite permanentemente, pues estamos entrampados en un circuito hecho a medida, y no hay “error” ya que nosotros buscamos meternos ahí.
Lo lindo es cuando uno logra reconocerse en el hacer eso y seguirlo eligiendo, lo malo es culpar al universo y victimizarse, pues en la segunda instancia uno se “jode” la vida.
A SER MASOCA ENTONCES! Con conocimiento de causa y felicidad (y escribir sobre ello, jajaj).
Un abrazo grande.


P.E.P.E.: Si esa es la clasificación estoy adentro también, de chico era re-meterete y vivía haciendo experimentos con cuanto bicho se cruzaba!

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Pepe, ¿por qué hacíamos eso con las hormiguitas? También les sacaba las alas a las abejas...

"Maldita", ¿qué infierno nos tienen preparado esos santos inocentes que matamos en masa con nuestra sonrisa más niña?

P.E.P.E. ® dijo...

Yor:
me quitaste un trauma de niño, pense que me iria solito al infierno por matar tanta hormiguilla... (ahora sé que tendré compañia)

Paula:
En mi caso.. "Hormiguitinferno!"
(y me comeràn pero despaciiito...)

RMS dijo...

Uf. Que te digo, que he sido medio imán de este tipo de personas, personalidades que a uno lo agota.
¡PARE DE SUFRIR!. Hacer de eso un modo de vivir. Saben que van a sufrir, que se angustiarán, pero vuelven y te lo comentan y todo empieza nuevamente... No da, eh. No da...
Saludos.

YOR dijo...

Rammses:Lo más increíble de este tipo de persona es que siempre, SIEMPRE, logran encontrar público para su lastimero show!, lo mejor que uno pude hacer es al menos irse a ver otra obra de teatro más entretenida...