lunes, 17 de noviembre de 2008

CRISIS


Plomiza tarde de noviembre, de nubes bajas, calor y aire estático.
Si tuviera presencia física le haría oír mis furibundas razones para estar disgustado con ella.
Los gatos panza de costado boqueando, hartos, apáticos, desparramados por el patio compartiendo mi abúlico estado.
Acercaría con malicia un alfiler al globo de la paz reinante para que el estampido al menos moviera el aire.
Quieta espera, incómoda demora, la inminencia de un cambio que no acaba de efectuarse, presencia de esa cuestion enervantes que tiene el estar pendiente cuando las cosas que no dependen de uno.
El gato negro bajo el rosal blanco levanta las orejas en dirección este, los otros dos lo acompañan a coro con sus cabezas, truenos para mí inaudibles auguran la esperada transformación.
Gutural sonido como venido de las entrañas de la tierra despertándome un reverente y ancestral sentimiento de zozobra se despliega entre las nubes, los truenos ya están aquí y empiezan a sacudir la densa atmósfera.
Los tres se esconden, yo salgo mirando directo al cielo, acompañado en mi soledad por millones de ancestros, con el espíritu lleno de asombro, tratando de apropiarme de los cambios que se suceden sólo con mirarlos, dedos luminosos se riegan en todas la direcciones.
Caen tímidas las primeras gotas, luego el cielo se vacía en el patio de mi casa, mojando las sillas, las plantas, las baldosas, manchas negras de forma circular se unen hasta cubrir con un manto oscuro todo lo que tocan.
Rostro al cielo, sonrisa plena, descompresión, frescura, torrente que lava por fuera, que barre por dentro, ideas muertas son arrastradas, se hincha el pecho, braman los dioses, brazos abiertos, fuego y agua, nacimiento y muerte, todo en un instante eternamente ínfimo, y yo pequeño metido adentro, y yo inconmensurable metido adentro…

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola amigo, querido, como estás!
volveré a leer en estado de normalidad este post, me atraviesan las dos de la mañana y mi dislexia tecladistica me atormenta, así q te dejo besos para toda la semana, dejé cositas nuevas porq estaré escondida, así q me tomaré el tiempo merecido para leer este post como se merece.
Besos

Anónimo dijo...

Me gusta pensar que ciertas formas de lluvia, especialmente las que caen después de una jornada de mucho calor, actúan sobre mí llevándose todo lo que no quiero y/o debo seguir cargando conmigo.

YOR dijo...

Paola: Tranqui, jaja, si la idea es poder disfrutar de la lectura, no atormentarse con ella, jajaj. Un beso grande.

Maria•no: muchas veces lo único que hace falta es querer que sea de ese modo...
La lluvia lava todo aquello que quiera ser limpiado.

RMS dijo...

Noviembre tumultuoso, increíbles coincidencias.
La lluvia cura, sana, lava... las heridas y heridas, miedos y miedos.
Un saludo.