viernes, 27 de febrero de 2009

FIGURA AMBIGUA (Dedicada a Paula)


Las figuras ambiguas tienen la particularidad de poder mostrar dos conformaciones diferentes con el mismo estímulo. Eso es posible por una de las principales características de nuestra manera de percibir: La flexibilidad.
Mismo estímulo, diferentes percepciones…
Cada cuál podrá ver una figura antes que la otra pero nunca ambas a la vez, porque los elementos de una son otros elementos diferentes en la otra (no se pude ver un “orejaojo”, por ejemplo) , por ende no se pueden ver las dos figuras a la vez, sino una a continuación de la otra.
Lo que cada quién percibe no está sujeto a factores de personalidad alguno, es simplemente un aspecto situacional.
El encontrar indicios para determinar rasgos de personalidad en esta prueba habla no tanto del optimismo vs. pesimismo de quién mira, sino más bien de su necesidad de encontrar una definición para sí.
Metafóricamente un diagnóstico es ver sólo una de las caras de la figura ambigua, nos priva de ver el panorama completo, pasando ésta de ser una entidad de dos caras a ser un dibujo corriente (o es esto o es lo otro, pero no las dos a la vez).
Muchas veces un diagnóstico es el árbol que impide ver al bosque.
¿Viste la vieja?, ¿Viste la joven?, ¿No ves nada aún?... tomate tu tiempo y disfruta, esto es sólo un juego.

martes, 24 de febrero de 2009

Ilusión

VIEJAS COSAS ACTUALES



- Estoy cansado de buscar y no encontrar. A estas alturas creo que me terminaré quedando solo en esta vida...

- Si eso es lo que crees, entonces escucha este cuento Sufí:

La mujer perfecta
Nasrudín conversaba con sus amigos en la casa de té y les contaba como había emprendido un largo viaje para encontrar a la mujer perfecta con quién casarse. Les decía:
-Viajé a Bagdad, después de un tiempo encontré a una mujer formidable, atenta, inteligente, culta de una gran personalidad.
Dijeron sus amigos:
-¿Por qué no te casaste con ella?
-No era completa, -respondió Nasrudín-, después fui a El Cairo, allí conocí a otra mujer ciertamente fabulosa; hermosa, sensible, delicada, cariñosa.
-¿Por qué no te casaste con ella?, dijeron los amigos.
-No era completa -respondió nuevamente Nasrudín-, entonces me fui a Samarcanda allí por fin encontré a las mujer de mis sueños; ingeniosa y creativa, hermosa e inteligente, sensible, culta, delicada y espiritual.
-¿Por qué no te casaste con ella? -insistieron sus amigos.
-Pues saben por qué, ella también buscaba a un hombre perfecto.


- Si las naranjas anduvieran por mitades, se secarían al sol y nada de su lozanía llegaría a ser disfrutada.

- Estoy cansado de buscar y no encontrar. A estas alturas creo que me terminaré quedando solo en esta vida...

- Si eso es lo que crees, entonces escucha este cuento Sufí:

Reflejo de la vida
Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven se acercó y le preguntó lo siguiente:
-Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá.
-Así son los habitantes de esta ciudad, -le respondió el anciano.
Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
-Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad?
El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta:
-¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes?
-Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.
-También los habitantes de esta ciudad son así, -respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano:
-¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas?
-Mira -respondió el anciano-, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí misma, encuentran siempre lo que esperan encontrar.


- Si tu ojo fuera un pozo vacío e inerte, sólo receptivo, tal vez sería válido no encontrar, pero tu ojo construye lo que aprecia.

- Estoy cansado de buscar y no encontrar. A estas alturas creo que me terminaré quedando solo en esta vida...

- El final de toda búsqueda está justo antes de dar el primer paso en cualquier dirección que te lleve fuera, sólo falta que lo sepas, sólo falta que lo asumas, que lo aceptes, que lo vivas…

- Estoy cansado de buscar y no encontrar... tal vez ese sea un buen comienzo.

viernes, 20 de febrero de 2009

UN ARGUMENTO LOGICO


Es importante que te ahorres el juicio.
La cantidad de oscuridad que porta la luz es sólo una cuestión de intensidad. Puede que la oscuridad absoluta sea tan hipotética como la luz plena.
Te lo digo por vos, más que por mí, lo que no significa que no me moleste.
Es difícil decir cuánto de dulce hay en una rodaja de limón, o de salado, lo ácido es tan patente que obnubila el sentido.
Pareciera como que existe un compromiso con saber que tanto de bueno o malo hay en cada cosa que haces.
Algebra y matemáticas, física Newtoniana, tan distantes de ser prácticas si no abstraemos al menos un poquito.
Dependerá de que tan caliente esté afuera para poder definir que tan fría estará el agua en la pileta.
No jodas, no mientas, no pretendas que debes saber, nadie te demanda un carajo.
Lo suave de la lana invernal pica como los mil demonios en verano.
La caricia agradable deviene en tortura cuando los dedos insisten en quedarse rascando en el mismo lugar.
Ahórrate el juicio, hazte el favor, y de paso me ahorras el disgusto.
Lo único que puedes saber es si te gusta lo suficiente como para quedarte un rato más.
Las certezas cartesianas son un solo un juego intelectual.
No me jodas.
No hay balanzas que midan que tanto de angelicalmente bueno hay en esto, que tanto de demoníacamente malo.
Lo que ayer te hizo mal, hoy te fortaleció, lo que alguna vez te hizo bien, luego tuvo un precio tan alto que opacó por lejos lo disfrutado.
Quédate si quieres,
sin argumentaciones, sin justificativos,
acá no los necesitas.

viernes, 13 de febrero de 2009

ESCOLLO


"PARADOX"
Edition of 25
Michael Bergt
Bronze casting, Chemical /Heat Patina, Steel fabricated base
25" x 21" x 12" with base


Me dijeron que dejara las certezas de lado.
Entonces tomé cada una de ellas y las puse bajo sospecha, las desacredité, las debilité, y luego, con una gran escoba las barrí de mi existencia.
Pero aconteció que la escoba se trabó con nueva certeza: la de no estar seguro de nada.
Entonces me dijeron que me deshiciera de ella también.
Los engranajes rechinaron, el mandato era ridículo, pensé, una mofa, una burla una falta de respeto.
Enojado me quedé trabado en la imposibilidad lógica.
Los días pasaron y no daba con la manera de llevar acabo la tarea encomendada hasta que terminé por olvidarme de ella.
Mientras mi vida cambió: al carecer de certezas, no podía equivocarme; no me decepcionaba porque no tenía expectativas; no me enredaba en discusiones vanas pues todo podía ser verdad; así lo incierto, antaño grieta oscura habitada por alimañas y oscuridades, devenía en cómodo hogar.
Aconteció que un día, el que pensaba se quedó dormido, el que sentía se distrajo en el camino con las flores, el que camina se dedicó a buscar alimento, y el último pudo hacer su aparición.
Entonces la ultima certeza se esfumó, y con ella todo se hizo cierto, pues la solución al enigma estaba fuera del alcance del pensar, del sentir y del cuerpo, en un lugar donde el alfa y el omega son uno.
Te cuento esto para que no lo entiendas, así me queda la esperanza de que algún día realmente lo entiendas.

martes, 10 de febrero de 2009

PALOMAS


- Hice el posgrado allá, en Madrid… ese de la foto es mi novio, bah, mi marido o casi… ahora ya está de nuevo en pareja (se rasca el mentón) yo tenía la vida hecha allá… mi viejo se enfermó y viste como son estas cosas…
- Llegué para el 2001, el 2002 se quemó el país… (los chillidos lo distraen, se acerca a la ventana)
- ¡Che dejen de joder mierdas! (da un golpe al vidrio. Silencio).
- ¿Te molesta si fumo?...
- Quilombos familiares, largo de explicar… sabes que estas guachas primero traen pocos palitos, y si no los limpias antes de que te des cuenta arman un nido y de pronto aparecen dos huevitos… y cuando ya están puestos me dan pena y los dejo…
- Hoy perdí la mañana en la embajada… mirá la facha que tenía cuando estaba allá, ahora estoy hecho un desastre (da una pitada profunda al cigarrillo, las palomitas en el balcón, tras el vidrio empiezan tímidamente sus chillidos, él se toca la panza, mira por la otra ventana).
- Siempre ponen los huevos de a dos por vez… Creo que son como quince días y salen los pichones, y ahí cagaste porque entre la mierda de paloma y las pelusas se arma como un nido gigante. Después tenés que esperar que aprendan a volar y se vayan para luego limpiar rápido, sino viene otra y pone dos huevos más… y ahí ya me cagan ¿viste? Unas usan el nido de otras, a ellas no les importa…
- Esta es mi tesis de doctorado, y este el libro que publiqué a partir de ella… Pará que le saco la tierra, (se ríe) parece que te interesaron más las fotos que el libro…
- Antes no sabía que de los dos huevos siempre sale un macho y una hembra… mirá vos que manera de asegurar la supervivencia…
- No dejo de preguntarme que hubiera sido de mi vida allá. Acá siento que ya nada me ata, pero todavía no me he ido…
(se sienta, mira por la ventana una vez más, pero esta vez mira lejos, como más allá de horizonte, los pichones empiezan nuevamente a pedir comida, por la hendija se ven claramente, ellos también me ven a mí)
- Si quieres los puedo hacer volar… (dice) Si llegase a abrir la ventana se asustarían y saldría volando… ya he tenido otros en la ventana y sé que ya están listos…
- La madre suele llamarlos desde la baranda, pero ellos no van, nos saben que pueden…
- ¿Querés que los haga volar? (vuelve a decir con una sonrisa)

Suena el teléfono, luego de la llamada pierde interés en las palomas, me dice que debe ponerse a trabajar, nos despedimos, bajo por el ascensor y desde abajo, en la vereda, veo lo alto del balcón, creo escuchar el chillido de los pichones, me quedo un rato esperando que la ventana se abra, el chirrear de goznes, el batir de alas…
Nada ocurre.
Pienso en lo alto del balcón, en lo que la emplumada parejita no sabe, en las soledades acompañadas, el miedo…
Doy media vuelta y vuelvo a casa despacio tratando de degustar el paisaje.