lunes, 3 de noviembre de 2008

BOCANADA


Juan se levantó temprano en contra de su propia voluntad, tomó café del día anterior mirando al quipo de mate en su bandeja, se vistió añorando una ducha mientras sus axilas picaban por el desodorante añejo, pensó en los zapatos y se puso las zapatillas, ignoró el dolor de piernas del partido de Paddle del domingo mientras abría la puerta de calle en lugar de la del garaje e inspiró profundo ante el día que comenzaba. Ignorando las señales de calor aceleró el paso y extrañó el la música del MP3 en medio de las bocinas de los autos, saludó a la gente en contra de sus deseos y no en todos los casos fue gratamente saludado, deseó una gaseosa Light pero al no haber traído dinero tomó agua del bebedero de una plaza, después trotó un rato hasta que le dolió el costado y descansó panza arriba en el pasto haciendo caso omiso de lo que su cabeza decía que la gente podía comentar…
Nubes y el azul inmenso.
Luego volvió a su casa como quiso, se dio una ducha porque así lo dispuso, más tarde se pondría los zapatos que añoró más temprano, escuchó música mientras la tibia agua lo limpiaba y gozó el aroma del exquisito jabón.
Esa tarde, en el trabajo, Juan estuvo irreconocible como desde hace algún tiempo y por una vez en la semana. Más vivaz, tranquilo, positivo, bien dispuesto y por sobre todo descansado.
El miércoles nada parecía mover a Juan de su centro.
En ese único día a la semana, él solía tomarse el tiempo para ignorar todo aquello que su mente le dictara y hacer lo opuesto de lo que normalmente haría: Hoy fue el parque, la próxima sería el Shopping, la otra un pasaje a un paraje incierto.
Juan elegía los miércoles antes del trabajo para extrañarse.
A Juan le gustaba tomarse vacaciones de sí mismo.

16 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Qué bueno tomarse vacaciones de uno mismo. He vuelto de un viaje largo -muy bueno por cierto- pero estoy con anginas, dolorida, irritable, odia-alumnos a granel... o sea, todo lo contrario a lo que fui durante esos cuatro días en la capital del país. ¿Qué me pasó? Seguramente volví "al trabajo" de ser yo misma y acordarme de este yugo. Espero que pronto pueda hacer algo liberador de nuevo.
Leerte es siempre tomar impulso.

YOR dijo...

Proyecto María Castaña: El Kaizen decía que si uno intentaba generar un cambio radical en su vida, todo el organismo se iba a resistir, creando enfermedades, dolores, desgano y las siete pestes de Egipto tratando de mantenerse tranquilo en el mismo lugar...
¿Como salir de esto? Generando cambios pequeños, imperceptibles al vigilante internos amante de las rutinas. "Un camino de mil millas empieza con un solo paso"...
A veces no hacen falta grandes periplos para tomarse vacaciones de uno mismo, a veces, solo hace falta querer hacerlo y empezar a mirar la arquitectura del edificio en el que vives y ni siquiera recuerdas sus detalles...
Ponte bien y a continuar con el trabajo que no queda otra!, jajajja.
Para mí leerte es también muy enriquecedor.

Mauro dijo...

La rutina...si sabre yo como apreta esa palabra a muchas personas que conozco..hace mucho tiempo que a la rutina lo declare ENEMIGO DE LA HUMANIDAD,lo detesto profundamente...no me caso con nada,puedo ver todas las peliculas, escuchar todas las musicas,ir en todos los sitios,el mar, la montaña, pampa,Tinelli,Canal a, teatro Colon,Midachi,lo que sea...y alli es MI momento...elijo lo que me da placer...otra forma de rutina..

YOR dijo...

Mauro: Brillante final "elijo lo que me da placer...otra forma de rutina.." jajaja, es tan difícil salirse de los esquemas que de a momentos parece imposible... pero yo pienso que con el solo hecho de darse cuenta e intentar un cambio ya alcanza para romper con las cosas repetidas y la rutina...
Te mando un abrazote (y no por rutina sino porque así lo siento)

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Hoy ya estoy más adaptada... Creo que cuando uno vuelve de un viaje el primer y segundo día generan mucha nostalgia y miramos a los costados como si todo estuviera lleno de basura. Es la maldita RUTINA de la que habla Mauro. Después los engranajes vuelven a funcionar y hoy "puedo mirar mi arquitectura de todos los días" y como dice Serrat "al techo no le vendría nada mal una mano de pintura". Gracias Yor y disculpa mi ignorancia... ¿quién es el Kaizen?

RMS dijo...

No solo tomarse esas bocanadas con respeto del trabajo sino también de lo otro, eso que nos consume, nuestros problemas 'existenciales' o como se llame. Y el paraíso está a la vuelta de la esquina, en un solo cerrar de ojos. No hace falta el viaje al caribe aunque si se puede... adelante. ;)
Y esta calorcillo me hace recordar mi caribe jajaja. Estoy a temperatura ambiente cerveza en mano, leyendo cosas que gustan y hacen bien ;)
Un saludo.

Anónimo dijo...

Creo que la vida se vuelve rutinaria cuando uno deja de disfrutarla lo estrictamente necesario. La mía en ese sentido no me fastidia mucho más allá de lo normal.

Leyéndote, sin embargo, experimenté algo bastante frecuente en mí, y es la curiosa sensación de que justo al medio de todo esto que soy yo: mis estudios profesionales, mi trabajo en el diario, la salida al boliche del sábado con mis amigos, el almuerzo de los domingos con mi familia, los momentos de relax con la lectura, la TV, Internet, mis discos, mi jeans, mis cigarrillos; en medio de todo, todo eso, algún día -que no sé exactamente por qué pero lo creo próximo- surgirá algo que intuyo extraordinario y que siento, me cambiará para siempre.

Quizás resulte una tontería pero me sucede a menudo y encontré en este espacio el lugar para expresarlo espontáneamente.

Yo escribo, no leo. O si leo, leo libros, no páginas de Internet. Reconozco, empero, que hay ciertas cosas en tu blog ante las que me detengo y pienso.

Un abrazo.

YOR dijo...

Proyecto María Castaña: Kaizen (改善, Japonés para "cambio para mejorar" o "mejoramiento"; el uso común de su traducción al castellano es "mejora continua" o "mejoramiento continuo").
En su contexto este artículo trata de Kaizen como una estrategia o metodología de calidad en la empresa y en el trabajo, tanto individual como colectivo. Kaizen es hoy una palabra muy relevante en varios idiomas, ya que se trata de la filosofía asociada al Sistema de Producción Toyota, empresa fabricante de vehículos de origen japonés.
El Kaizen propone que todo cambio radical ha de realizarse por las vías de lo gradual, pues cualquier perturbación que se perciba como radical despertará defensas en todo nuestro organismo impidiendo que el cambio se produzca (nuestro organismo y psiquis trata de conservar un equilibrio homeostático defendiéndose contra el cambio).
“Un viaje de mil millas empieza con un paso”: ¿Que quieres mejorar en tu vida?, ¿Qué es lo mínimo que puede hacer hoy para orientarte a ese cambio? Es esta la idea, al hacer pequeñas modificaciones el organismo no se defiende y el cambio se puede llevar a cabo.
Es muy bueno y práctico, y el libro se consigue en las librerías (hace un mes estaba de oferta en Carrefour por $20) se llama “Kaizen” y es de tapa blanca con la foto de unas piedras encimadas.

Rammses: Esa es la idea, me parece, la clave de la felicidad, disfrutar de lo que si hay y no estar llorando por lo que no.
La capacidad de disfrutar es la que nos plenifica al estar con los pies en un fuentón, cerveza en mano al igual que en las blancas arenas del caribe Caipiriña en mano… Es una capacidad, y como tal hay que cultivarla, sino se pierde por falta de uso…
Brindo con vos con esa cervecita helada pues el calor está llegando para quedarse….

Maria•no: Soy un defensor de la concepción de un ser humano complejo y sobre el cual, ha pesar que se ha escrito mucho, se sabe poco… por eso tiendo a establecer una duda razonable ante las teorías autosuficientes que pretenden explicarnos como seres de una manera extensiva y exhaustiva, pues si se plantea así de completa y cerrada, es porque se ha saltado varios detalles…
Vos dices: “algún día -que no sé exactamente por qué pero lo creo próximo- surgirá algo que intuyo extraordinario y que siento, me cambiará para siempre.”
¿Con que lo sientes? ¿Con el corazón, con la razón, en la piel, en el alma, en el cuerpo, en el aire que te circunda?... seguro haces agua si tratas de definirlo, y terminas desacreditando tan maravillosa percepción. Por eso es bueno que te dejes sentir sin cuestionar y ver a donde te lleva la vida, relajarte y confiar en ser poseedor de capacidades que aún no sabes posees.
Dejarse ser, dejarse sentir, dejarse de joder…
Me alegro que hayas salido de tu “rutina” para leer algo en Internet y que eso haya sido este blog y sus posts con toda la gente que se muestra tras las palabras.
¿Si yo creo que eso extraordinario llegará algún día a tu vida? Por supuesto!, de hecho ya está ocurriendo, simplemente presta atención y verás…

sergio dijo...

No entendí una palabra de eso de descansar de sí mismo. En realidad no entiendo cómo puede hacerse semejante cosa.

¿Entreteniéndose? Uno sigue siendo
el mismo, pero más divertido.

¿Ebrio? Igual.

No sé. Parece una cosa muy...burguesa, de gente atareada que un día se pone en contacto con la naturaleza. Lo único que le faltó al personaje era descender a una villa (las villas siempre están abajo) y ver la misera del capitalismo y llorarse dos lagrimitas.

Sí, este Juan debe ser un burguesito muy aburrido.

Igual el relato está bueno.

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Voy a conseguir lo del Kaisen, me parece muy interesante lo que comentás. Los cambios radicales siempre hacen estragos en mi pequeño cuerpecito. Y los orientales, nos llevan mucha sabiduría por delante.

Sergio:
Comprendo tu postura existencialista, pero se puede, ni siquiera estando ebrio necesariamente, tomar distancia de uno mismo. Vos sabes que soy un alma en pena muchas veces, pero este fin de semana he llorado y me ha dolido la panza de risa sin necesidad de alterar químicamente ninguna función de mi cerebro de manera artificial. Fue olvido y goce, años que no me reía así.

YOR dijo...

Sergio: Es cierto que uno nunca puede dejar de ser uno mismo. El relato habla más bien de como la rutina nos entrampa y nos aliena de nosotros mismos, de esa otra dimensión menos mecanicista y adaptativa que nos transforma en autómatas muchas veces.
Juan pone una trampa intelectual esa "enajenación" del "Yo rutinario".
Paula muerta de risa hasta llorar como hacía mucho que no lo hacía y tomado plena conciencia de ello, no ha sido diferente de Juan al poder saltar las vallas de la rutina.
A veces, cada tanto, hace falta un respiro, está en uno permitirse tomarlo.
Un abrazo.

Proyecto María Castaña: tenemos miles de años de evolución encima para impedir los cambios radicales, por eso sufrimos... está buena la propuesta de los orientales, a mí, a mis amigos, a mis pacientes y a todos los beneficiarios de este método según el autor del libro nos ha servido mucho. Está bueno que te decidiste a probar, total, ¿Que hay que perder?...
Un beso y suerte con los cambios!

sergio dijo...

Lo del viajecito para olvidarse de uno, confirma lo que pienso: es una cosa muy burguesa esto de olvidarse de uno mismo. No creo que una doña Rosa cualunque que gana 700 pesos por mes pueda permitirse semejante desconexión.

Igual, desconectarse una mañana por semana no parece gran cosa. Parece un aceitito del sistema.

YOR dijo...

Sergio: Subestimas a "doña Rosa"

La Merce dijo...

Que bueno, Yoryis, me encanto. Me parece que lo voy a empezar a aplicar un dia por semana me lo tomo para no ser yo, a ver si asi puedo llegar a construir el yo.
Ya sabes como me puede llegar a costar, pero bien valdra el intento, si lo intento.

Fragaria Vesca dijo...

Y si no se puede un día a la semana, al menos una vez al mes.
¿Existirá en esto de tomarse vacaciones de uno mismo el concepto de 'tiempo compartido'?

YOR dijo...

Merce:Osho decía que a veces, al menos para descansar del ego, nos propongamos hacer todo lo contrario de lo que normalmente haríamos.... yo lo probé y es mágico.
Que bueno verte por mi blog bebota.

Fragaria Vesca: Seguro que si!, uno puede tomarse vacaciones junto con otro que haga lo mismo y hacer lo que juntos nunca hacemos... lluvia de ideas, cero crítica, a decidir sobre opciones y a ejecutar.
Está buenísimo!
la creatividad es inagotable cuando la crítica se mantiene en la sombra de su cueva.