viernes, 26 de diciembre de 2008

INVISIBLES RECOVECOS


- Estoy sentado delante del paciente y entonces, sin levantarme de la silla, empiezo a golpear la pared con el puño cerrado, una y otra vez sin dejar de mirarle a la cara…
Me quedo extasiado mirando como reproduce el movimiento y su expresión agitando el brazo derecho hacia una invisible pared en el patio de casa.
- ¿Qué es esto?, les pregunto….
Silencio.
- Jaja, a esa altura algunos creen que estoy loco y que no saben que están haciendo ahí, jajaja…
Expectación.
- ¿Por qué mi mano no puede pasar para el otro lado?...
Sigue moviendo el brazo.
- Algunos me contestan que porque hay una pared, otros porque la pared es dura, gruesa, otros, la mayoría, no dice nada… luego, yo les comento, “es porque hay un límite… por eso mi mano no puede pasar”…
Los dos seguimos mirando a nuestro interlocutor, nos tiene atrapados en su relato, y él lo sabe, así que se toma todas las pausas que puede, y yo, mientras, trato de absorber todo para venir corriendo a escribirlo antes que se desvanezca.
- Esta pared, no nos deja pasar para el otro lado, nos mantiene aquí adentro, pero, a la vez, impide que los rayos del sol nos quemen, nos protege de la lluvia, del viento, nos limita, es cierto, pero además nos protege… eso es lo que los “límites” hacen, demarcar un lugar de libertad y definir cuales lugares son prohibidos para mantenernos a salvo…
Claro, pienso, por la quita de libertad es que uno se revela, pero pierde de vista la ganancia de la protección. Un límite, limita (redundantemente), pero a su vez protege de lo que haya al otro lado de la pared. Concluyo.
- la gente tiene alergia a poner límites, sobre todo a sus hijos, pues les desorienta de sobremanera el berrinche que estos arman… pero como dije, si no hay límites…
Me quedo pensando en las paredes, los cuartos, las ventanas, pasadizos y altillos de mi casa virtual hecha de límites… concluyo que es muy amplia, pero que posee unas buenas paredes, bien resistentes.
La tarde sigue su paso y dejamos el mate para empezar con unos daiquiris de melón.
Primero se hizo el plano, luego las primeras paredes, más tarde algunas reformas, todos entre el arquitecto y el maestro mayor de obra, hasta que quedó firme, luego, y con el tiempo, me adueñé y empecé yo solo a seguir con las ampliaciones, los cambios y los recortes…
- ¿Qué tal si celebramos todos en calzones?- Propone…
Mi casa es bella y lo sé, no por que la pueda ver, sino porque estando adentro siento esta placidez y tranquilidad que se siente sólo si se está en el hogar.

Dedicado a Sergito

4 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

El límite pone el freno de mano: "¡Alto!, ¿a dónde vas, desbocada?". "Pero, mire, señor límite, usted me importa un carajo, ¿sabe?". "Usted es una mocosa, ¿no comprende mis beneficios?".
Es cierto, muchos límites, obvio siempre hablamos de límites racionales, coartan para proteger.

¿Así que en tu casa virtual se puede andar en calzones tomando daikiris? Querido Yor, me da un poco de pudor la propuesta, a lo sumo, dado el calor, me pondré mi malla, ¡ja!

Un beso y gracias por la reflexión... mientras las paredes protejan y no asfixien, todo bien.

PD: ¿de quién es la ilustración? Mi amigo Fernando es fanático de este dibujante y hace varios años vi varias de él pero no recuerdo su nombre.

Unknown dijo...

Desde el blog de Sergio llego hasta acá y, debo admitirlo, no me arrepiento. El texto es muy interesante y suscita muchas preguntas en mí.

Cada casa se amplía según cada persona. ¿Pero cómo saber si la ampliación de uno no significa el derrumbe para otro? Los límites muchas veces protegen, pero también pueden destruír a aquel que habita allí. Si bien uno puede modificar la casa, a muchos se la imponen y construyen unas paredes que ni siquiera la mejor voluntad puede derrumbar.

A veces está bueno resquebrajar ciertos límites, ya que los cambios son necesarios. ¿Qué sería del arte si se mantuviera en la casa? El arte necesita aire, no cápsulas.

Saludos...un gusto haber pasado por acá.

P.E.P.E. ® dijo...

Puedo ser de las personas que apreto "suprimir" a los limites en cierta forma... pero me doy cuenta que hasta para ser inlimitado: me limito.

Pero en la mayoria de las cosas, formas, situaciones.. el limite solo cumple ese papel soso y simplon: LIMITA.
Se me viene a la mente la frase de mi madre:
"pepito, una cosa es libertad y otra libertinaje.. y yo a ustedes les doy libertad.. apagame el televisor quieres?!"
En fin.

Yo prefiero ser libre y lanzarme a volar como pueda... por supuesto se que puedo tener alas con plumas pegadas con cera... pero quien te quitara la sensacion de estar tan cerca al sol????

Un abrazote YOR. Por ahora tengo unos asquerosos problemas de conexion desde casa, asi que estoy en stand by para telefonica y todos sus speedy's.

Paula:
el dibujante aquel se llama Mauritis C. Escher y si mas no recuerdo es holandes.. en la facultad habian unos libros de los años 50' muy interesantes de este señor..

YOR dijo...

Proyecto María Castaña: Así es, en mi casa se pueden hacer varias cosas, pero eso no implica que te vaya a obligar a nada, jajajaja. Es como tomar el plano de tu casa y superponerlo con el de la mía y movernos en los espacios que coinciden entre ambos planos, eso si, puedes preguntar en base a lo que veas y decidir hacer alguna reformas a tu caso o yo a la mía, eso es lo bueno de juntarse, que uno amplía limites, o los fortalece, o los genera… en todo caso, se transforma.
El autor es ESCHER, y es un grabadista magnífico, Internet está plagado de trabajo de él, te los recomiendo.

Sobrenubes: Muchas gracias por la visita y espero verte de nuevo por estos lares!
Los limites son de quienes lo portan, lo que no significa que no venga algún gente a tratar de violentarlos, en cuyo caso cada quién verá la manera de defenderse, mientras, es bueno tener en caro quién es el amo, pues auque delante de mucho uno pueda mostrar un plano claro y estrecho, gardar una verdadera casa llena de luz y espacios amplios.
¿Quién es realmente el amo? Aún cuando el amo sea otro, hemos sido nosotros los que en primer instancia cedimos el poder a ese otro… en cuyo caso, seguimos siendo los amos, pues “decidimos” no decidir más y que otro se encargue…
Limites, limites…
Un abrazo.

P.E.P.E.: La paradójica concepción del límite es semejante al de la libertad, pues un que puedas hacer lo que quieras, no podrás pasar más de media hora bajo el agua sin morirte en el proceso… jajaja… lo bueno de los límites es que simpre es uno el que los pone, a menos que nos los impongan por la fuerza (me imagino que pasaba en tu caso si no apagabas el televisor!).
Un: “No, pues,no.. que?.. te jode?” es también un límite… y por lo que he podido saberlo, vos sos bastante dado aponerlo… jajaja.
Te mando un fuerte abrazo y aún te resta sobrevivir al año nuevo!