martes, 20 de abril de 2010

PEQUEÑO OBITUARIO PARA UN GRAN SER



Quince años es mucho tiempo y a la vez no es casi nada.
Quince años pueden ser también toda una vida.
Se pueden llenar los años con bellas vivencias o dejarlos en blanco con la esperanza de que los próximos quince sean mejores.
Ahora pienso que el tiempo no es tirano, ni siquiera es bueno o malo, simplemente es una manera de medir el cambio.
Me pase largos quince años junto a una compañerita especial, a la que dedico estas palabras.
La vida nos reunió por casualidad y ella me demostró que yo podía cuidarla aunque en aquel entonces tuviera la percepción de que ni siquiera podía conmigo mismo.
Ella me enseñó también que yo podía ser cuidado a su vez.
Millones de anécdotas, muchas cosas vividas, incluso hoy tengo esa clase de recuerdos que al evocar parecen ser de la vida de alguna otra persona.
Hoy Carlita se fue.
Una buena vida hemos vivido juntos y esa conciencia queda prendida a mi alma.
Mi mascota, mi amiga, guardiana, mi gata preciosa.
Voy a extrañar esos ronroneos y el par de ojos que me acompañaban en mis actividades en toda la casa.
Las upas y las estiradas.
Los mimos.
Confieso que aún dudo de que exista un cielo para las personas y que en relación a los gatos tal noción se me hace más difícil de creer.
Sin embargo me oigo decir un “hasta pronto” porque el “adiós” se queda atragantado en alguna parte de mi cuello.
Hasta pronto Carlita, hasta pronto.

miércoles, 14 de abril de 2010

AUTOREFERIDO



Antes de ayer me senté a tomar un café conmigo.
Me di cuenta de que la autodisciplina me ayuda a empezar alguna que otra vez… cuando no hay ganas, cuando todo mi cuerpo dice estar demasiado cansado como para moverse.
Es cuando de todos modos termino accionando las palancas y las poleas, muevo las rudas y engranajes, tiro y aflojo, junto y separo.
Suele ocurrir que en medio de la acción las ganas aparecen y crecen, incluso a veces tanto que no quepo en mi asombro ante tanta gratificación…
Otras veces las ganas no llegan, cuyo caso igual me alegro de poder mantenerme haciendo.
De tanto en tanto, al parecer no sé que es lo que me conviene, pero si sé que es lo que quiero.
Ya no me peleo más con mi “ley del menor esfuerzo” simplemente me ignoro y me paso por encima, de ese modo crezco.
Me pongo límites, me premio, me reprendo, me escucho y cuando me pongo pesado me ignoro...
¿Cuánto de disciplina y cuando de joda? ¿cuánto tire cuanto afloje? Esto es un arte, no se puede decir con exactitud.
Llevo años tratando de educarme y como coincide el educando y el educador nunca se en que punto estoy.
Es como perseguir tu propia sombra.
¿Cómo me doy cuenta como va el marcador?
Cuando me sigo asombrando, sigo aprendiendo, me sigo interesando y sigo equivocándome…
Así me entero que sigo aquí:
Vivo.

viernes, 9 de abril de 2010

PORQUE QUIERO




No quiero mas contratos
No quiero que me acompañes a pesar tuyo
Que me acaricies sólo porque crees que lo necesito
Que hagas para mí en detrimento de vos

La mano que acaricia es acariciada por lo que toca
La abeja poliniza a cambio del dulce néctar
Mi perro mueve la cola porque lo cuido
Así que, si te quedas, pido que sea porque te hace bien

Trascendamos ideas cristianas mal entendidas
Entendamos que el amor no es sufrimiento
No son facturas por pagar
Eso tiene otro nombre bien diferente

Si te quedas que sea porque quieres
Porque te gusta, te beneficia
O por capricho, o incluso hedonismo
Sólo así nos haces el favor de no encadenarnos

Sin deudas, sin favores por ser devueltos
Sin heridas que reclamen ser sanadas
Sin postergaciones
Sin ofrendas

Quereme así,
Así nomás,
Porque se te canta.