lunes, 29 de diciembre de 2008

LAS ESCONDIDAS


Me desvelaron los velos, uno tras otro, componiendo mi percepción.
Como puedo ser metódico, entonces aíslo lo que pretendo de lo que creo, de lo que debiera y lo que está siendo.
El proceso me resulta tan asombroso como concebir que la materia tiene más de vacío que de sólido, que nunca tocamos nada, que son sólo campos de repulsión y censores de presión en la piel.
Apresurado descontextualizo, desanalizo, despienso y descreo pero sólo doy con más velos.
Neurotransmisores, caldo de vida, cajas negras con secretos mecanismos.
Miro al techo, el ventilador gira en sentido de las agujas del reloj, el sentimiento no es razonable, las sensaciones tampoco, las intuiciones menos.
En ese momento me deja el caballo en la mitad del camino, tendré que seguir a pié.
Generalmente, pienso, creemos estar dentro de un cuerpo que nos pertenece, con una razón que no alcanza y una conciencia que se rehúsa a mostrar su ubicación.
Una puntada se hace prevete encima de mi ojo izquierdo.
“Suéltalo” decía un maestro Zen.
Retomo: Si quiero ser fiel a mí mismo debo empezar por saber donde o quien es ese “si mismo”, para no terminar permitiendo que los demás vivan mi vida. Pero solo hayo capas traslúcidas, una encima de otra, superpuestas, yuxtapuestas, y cuanto más velozmente avanzo, quitándolas, aparecen más y más.
Un infinito viaje retirando lo superficial hasta lo profundo.
Fácil decirlo.
Protones, neutrones, electrones… antes pequeñas esferas sólidas componiendo la materia, hoy gigantes huecos rellenos de quarks que por ahora serán las partículas más pequeñas y firmes hasta que se demuestre que, seguramente, son cáscaras que llevan dentro otra variedad de partícula.
El “si mismo” se me escapa como el agua entre los dedos cuanto más trato de asirlo.
La serpiente agazapada entre las matas da su golpe fatal: ¿Y Si todos los velos caen alguna vez y me encuentro con el vacío?
Me detengo agitado ante el abismo.
Acorralado el zorro, ya sin aliento, rodeado de perros oye los caballos acercarse.
Solo entonces suelto…
Dejo correr al arroyo y me extasío con su música.
Donde quiera que esté mi “si mismo” está a salvo de “mi mismo”.
Eso me reconforta.

4 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Hijo, es para volverse loco. Cuando leí sobre los benditos quarks... y seguro, en un par de años, aparece algo más pequeño. Lo paradójico es que somos parte de una misma materia, desplazamientos de energía, fragmentos de un estallido primero. ¿Cómo recomponer la unidad (¿verdad?) después de la bomba? Como decís al final, lo más sano es mantenerse a salvo de uno mismo. Eso sí, ALERTAS, que las preguntas no cesen pero que no nos obsesionen.

YOR dijo...

Proyecto María Castaña: Las preguntas son fundamentales, tal vez mucho más que las repuestas. Lo bueno es darse cuenta cuando el tren del pensamiento empieza a ceñirnos unos hermosos grilletes en las muñecas y escaparnos por la ventana antes de que nos enloquezca con un parloteo interminable!!
Hay momentos en la vida que alcanza con saber que respiramos, y ya... el resto es accesorio.
Un beso grande!

Unknown dijo...

Mi somnolencia no me permite leer esto como se merece, te dejo mejor besos irracionales y brindis para este 2009, q sea lo mejor q te lo merecés

YOR dijo...

FELIZ 2009!!! a disfrutar como se debe haciendo lo que no se debe!!