El lenguaje de las metáforas, las paradojas, las metonimias, entre otros artilugios lingüísticos tiene la particularidad de crear un ámbito espacial en que las significaciones se pueden desarrollar en múltiples sentidos, alejándose de lo proclamado, evitando de esta manera quedar anclado a una predicción que se presente como única, haciendo que la verdad o mentira del estamento quede imposibilitado de ser verificada, quedando de este modo, la fama y efectividad del proclamante indemne…
La cueva estaba fresca y la mañana se presentaba clara, se estiró y afiló las uñas en un tronco viejo que hacía las veces del modesto mobiliario en este que era su hogar…
Otra trampa lingüística era la de incluir entre las palabras del discurso, alguna de significado incierto… se le ocurrían como pequeños adornos sobre una mesa ratona, cada uno de ellos ligado a una experiencia lejana, la cual solo su dueño conocía, pero que quedaría reducido a una baratija si tal persona no la cubriera con el manto del sentido pretendido como real… así, para los visitantes a la casa, estos adornos, serían como desafíos crípticos en los que estas personas podrían inventar cuentos que pretenderían como ciertos…
Con la cola fue espantando las moscas que crecían en número a medida que el día se ponía mas caluroso, cuando divisó en la ladera del cerro unos brillos metálicos que se acercaban…
Claro que no habría de olvidarse que estos sujetos tienden a transformar en realidad cualquier farfullaría que entiendan como cierta, modificando su vida e invirtiendo la causa con el efecto… es decir, la más gruesa sandez podría trasformarse en la mas certera de las profecías, sólo si esta era tocada por la barita mágica de la creencia sincera del hombre que la recibiera, modificando así su fututo, aún no escrito ni conocido por los mas poderosos dioses en sus infinitas posibilidades, creyendo que existiera tal cosa que se haga llamar destino….
El guerrero se hincó de rodillas ante el cavilante oráculo y pregunto por el resultado de la próxima batalla. La bestia, meneó su cola de león, mostró una sardónica sonrisa de dientes puntiagudos en su rostro marmóreo de mujer, y le dijo:
“ Hoy, en el campo de batalla, un héroe se alzará, y un imperio caerá… el destello del metal rugirá en la entrega de los justos”…
Dicho esto, la esfinge adoptó un postura firme quedando en silencio…
El guerrero, como si le hubiesen dado el mensaje claro que estaba esperando, se alegró, dejó la paga en el suelo de tierra floja y salió por la boca de la cueva seguido de sus escoltas…
Hoy se enfrenarían dos héroes representando a dos imperios, y uno necesariamente debería triunfar… era tan fácil engañar a estos sujetos tan hambrientos de seguridad que daba risa, pensó el fantástico animal mientras daba cuenta del cordero que le habían dejado como pago….
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