lunes, 10 de diciembre de 2007

CAVILACIONES 107 - TRABAJO DE EQUIPO

Estoy en el medio de algo que yo mismo he iniciado con un poco de ayuda externa y ahora que ya estoy acá no se si es lo que quería o lo que imaginaba iba a ser, así que por favor, no me sermonees con moralinas o conjugues el verbo en el pluscuamperfecto porque me lastima, retira el cigarrillo y su tufo de mi cara, de la habitación, de la vida, de mi vida.
Otra vez la mesa se hace mas alta cual estrado y mi silla el banquito del acusado, para armar y refutar argumentos como patos en un día de caza, hoy no quiero jugar, deja que la cocina siga siendo el espacio del mate.
Tampoco la atmósfera ayuda, mucho calor, la humedad, es pegajoso verte, hoy no voy a hablar ni escuchar, así que esta bien que me digas cosas para no oírte mientras hago rotar una hojita seca de poleo con mis dedos.
¿Porque no sacas el perro a dar una vuelta?
Es raro como atan las tensiones que no se ven, estoy estaqueado a la silla, no haya ganas de huir, no siento que exista la posibilidad tampoco, sometido a la lluvia verbal me pregunto si el veredicto salio en mi contra y estoy pagando la condena de esta manera tan pasiva. A veces ninguna palabra puede ayudar a romper el cristal, o mas bien la piedra. Se esta poniendo mas fresco, el mate también, ya empieza la novela, a quien le importa. ¿Sirve de algo estar en la telaraña los dos decidiendo quien es mas araña y menos mosca?. Yo se que estos estados pasan, no duran, aunque mientras estas adentro parecen mas largos y grandes de lo que son. No estoy rompiendo nada con mi silencio, estoy haciendo otra cosa diferente, nada más, no puedo salir del encantamiento que de vez en cuando nos atrapa. Mas tarde tal vez nos encontremos en el vino, en la estufa, arriba del sofá, en el jardín, en la cama, habiendo olvidado la maraña, dejándola atrás, arrastrando en nuestra retirada un hilo de seda que se ira enredando en las sillas, las barandas de la escalera, la mesa, los muebles, la ventana, el rosal, la ropa, hasta que la tanza devenga en un nudo ajustable y quedemos atrapados. De nuevo sin saber porqué.

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