lunes, 10 de diciembre de 2007

CAVILACIONES 133 - A LA MANERA DE

La carencia solo puede aparecer si hay otra cosa con que compararlo, así algo es grande o chico en comparación con laguna otra cosa. Una vaca es grande en relación a un perro pero pequeña en relación a un portaviones, el agua tónica es amarga en relación a otra gaseosa pero dulce en comparación con la hiel. También se puede clasificar en función de las expectativas, por ejemplo, puedo acariciar la piel de un durazno y decidirlo mas suave que la piel del kiwi, o incluso que otros duraznos. Si me dicen que una naranja es dulce, y lo creo, al morder el gajo que puede ser no tan dulce como esperaba, probablemente sentiré que estoy comiendo un limón y calificaré la fruta como fea, pues las expectativas son otra forma de calificar y clasificar. Si uno sabe que esperar, tiene una vara en la mano con que medir, y así uno puede decir que es oscuro o claro, pesado o liviano, duro o blando, fuerte o débil, alegre o triste, tranquilo o alborotado, lindo o feo… Expectativas, que puede haberse generado o simplemente haberse heredado de experiencias ajenas, pues si nos enseñan que esperar uno aprende sobre que es lo que está en falta…
¿Quién te dijo que sabes que esperar de mi?
Ni aún preguntado a las personas que me conocen antes que vos podrías tener una pista de que puedes esperar… pues las personas cambiamos con el tiempo y las circunstancias, además de con la gente con que estamos, y así lo que es adecuado en la oficina con tus compañeros de trabajo, no lo es puertas adentro en la intimidad de tu casa con tus seres cercanos.
Me gustaría que armemos tus expectativas de mi en conjunto conmigo, que me preguntes sobre lo que esperar pues yo sé que es lo que puedo dar y puedo llegar a ser. Si haces eso prometo que si en algún momento te decepciono pediré disculpas a conciencia y haciéndome cargo de mis faltas.
Pero por favor no me vengas a medir con varas ajenas, con expectativas aprendidas en lugares inciertos, con cánones establecidos por programas de televisión o el cine americano que pretende que hasta los griegos hablaban en inglés, o esas historias victorianas de amor y desengaño, o lo que sale en los diarios, o lo que sacaste de tus anteriores relaciones, pues no me haré cargo de nada que no me corresponda, y no me responsabilizaré por todas esas cosas que pretendes me faltan o hago mal, pues a ciencia cierta, nadie hace mejor de mí que yo mismo.
Si acaso cometiste el error de estar conmigo solo por pensar que comparativamente tengo mas puntos fuertes que débiles en un concurso de talentos secreto e inventado, te pido lo pienses de nuevo, pues todos mis puntos son fuertes en ser quien soy, así que mejor ahorras energía en buscar guías externas y nos embarcamos en la aventura de conocernos antes de calificarnos y clasificarnos.
Yo por mi parte confieso que muero de ganas que me cuentes y muestres tu ser, en el arte que mejor manejas: el de ser quien sos como nadie en el mundo pudo, puede, ni podrá jamás serlo.

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