lunes, 10 de diciembre de 2007

CAVILACIONES 103 - TODO Y NADA

Cuando vayas para adentro no te olvides de llevar un poco de lo que ya estuvo entre nosotros, pues es posible que te pierdas y a veces solo nos queda el espejo del otro que nos sigue recordando a modo incompleto pero patente, eso si, ten mucho cuidado con confundir el mapa con el terreno, las guías pueden hacernos extraviar peor que si no las tuviéramos, así que a veces, es mejor dejarlas de lado, junto con las certezas que tenemos de nosotros mismos, ya que son producto de una circunstancia que se ha ido, lo mismo pasa con los proyectos o las gentes que nos incluyen en los suyos, esas demandas tan jodidas de sacarse de encima; hazlo de modo gradual, sino puede que junto con la vestimenta te saques algo de la piel y eso duele mucho, mas bien es recomendable la lentitud sin caer en la parsimonia o en el letargo, ya que si el sopor te invade, en una de esas te quedas a medio camino. Es normal que te de miedo largar todo y es que no hay alternativa si se quiere lo bueno. Saca todos esos pesos que te cuelgan al revés y quédate solo para reencontrarte. No le temas a la vacuidad que habita en el cetro mismo de tu persona. No hay guía posible para llegar, pero siempre puedes volver, auque muchos superficiales te digan que es peligroso adentrarse tanto en uno. La nada es lo común a todo, y es en esa calma de tibio baño de leche y agua de rosas que el no ser viene como una caricia que se exhala en un largo suspiro en el medio de tanto existir. Si puedes, y es que todos podemos, cuando vuelvas, no me cuentes nada, porque las palabras son muy putas, tiene la manía de incinerar las experiencias mas sagradas y cosificarlas en algo quedo y marchito antes de nacer. Este será un regalo para vos, el mas grande, el enseñarte que, de tanto en tanto, dándote la espalda es que logras el mas intimo abrazo con vos mismo.

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