viernes, 31 de octubre de 2008

EL MENOR DE LOS MALES


Si te detuviera en tu camino hacia algún lugar y te preguntara porqué decides caminar sobre tus codos sangrantes en vez de sobre tus piernas, estoy seguro que te enojarás conmigo, pues no comprenderías mi observación.
Si te preguntara sobre porqué eliges comer acostado boca arriba entre ahogos y lágrimas, estoy convencido que me escupirías la comida a medio masticar echándome de tu lado.
Si te llamara a reflexión sobre el cinturón apretado que cada mañana sueles ponerte para atravesar el día, es muy probable que te quedes mirándome con los ojos llenos de furia.
Si te inquiriese sobre las espinas que llevas a tus costados, que no dejan de pinchar a cuantos se te acercan, me doy cuenta que me empujarías fuera del escenario con los dientes apretados y las muelas rechinando.
Si tocase el cristal en el que te has encerrado para evitar ser dañado, estoy seguro que aullarías como una alarma y meterías más la cabeza entre tus brazos.
Si lo sé con tanta claridad es porque solía habitar el limite interno de tu reino hasta que un día el aire se hizo escaso para estar los dos.
Al salir esa tarde, recuerdo, vos preferiste quedarte.
Ahora yo he decidido quedarme aquí al costado; esperando.
No observaciones, no miradas, no sonrisas.
Quieto, de respiración apacible, mente clara atenta a la eventualidad, expectando, quieto para caer de a poco en el sueño de tu olvido y formar así parte del paisaje inerte que rodea tu perfecto globo de soledad.
Entonces, un día, cuando pienses todo muerto a tu alrededor y salgas a tomar aire fresco, sacudiré mi sopor y nos volveremos a encontrar.
Mientras, el tiempo es vasto y la paciencia es mucha.
Hasta siempre, recita mi mente; hasta siempre...

lunes, 27 de octubre de 2008

ENGAÑO


Según la teoría del Big Bang todo el cosmos nace de una explosión que aún hoy permanece en expansión.
Desde el origen las partículas se van distanciando más y más entre sí en la medida en que nos alejamos en el tiempo del estallido original.
Debemos suponer, al menos, que somos unos varios cientos de veces más grandes en tamaño que el hombre medieval, pero que no hay modo de darnos cuenta ya que todo crece a nuestro alrededor pues los átomos que nos constituyen son los mismos que forman al resto de las cosas y si entendemos que medir es comparar y el parangón se modifica a la par de lo que se desea medir, no hay modo de registrar variación alguna.
Paradójicamente puedo ser el que me permitas, ese que dibujes en tu mente, el que interpretes, el que pretendas, el que califiques; ese que se vestirá de fantasma con los harapos de tu mirada de Gorgona para poder permanecer.
Ya ves, puedo mentir incluso al cosmos.
Pero no para siempre…

21


Como en el juego del 21, o su equivalente, el mentado Black Jack, es más difícil tomar decisiones o pedir más cartas en la medida en que la apuesta es más alta.
Azar y probabilidad se combinan en este popular juego que ya tiene millones de adeptos alrededor del mundo.
El Black Jack es uno de otros tantos juegos que uno puede encontrar en un casino, sea real o virtual.
Recomiendo ser moderado en el manejo de las fichas pues aún cuando la probabilidad de ganar sea alta no deja de ser eso, una chance y sólo eso.
También recomiendo entrar con la intención de jugar, no de ganar, pues la experiencia dependiendo de esta expectativa podrá variar de óptima a terrible respectivamente.
Frecuentemente el ansia de ganar, no deja disfrutar.
Existen juegos que pueden estirarse una vida entera ya que sus participantes especulan y no definen por miedo a quedarse fuera del mismo.
Esto ocurre cuando alguno o ambos ponen todas las fichas.
Se olvidan de divertirse.
Se olvidan que se trataba de una apuesta.
Se olvidan de jugar.
En este contexto decir “te amo” puede significar el fin.
Los participantes suelen olvidar que hay otros juegos.
En breve la mesa ya no muestra movimiento de cartas, solo miradas y acusaciones.
A esta altura los participantes se olvidan de quienes eran ellos antes de entrar.
En este contexto decir “quiero una carta más” puede significar el fin.
Tarde o temprano una burbuja de silencio se apodera de la mesa.
En este contexto decir “ya no te quiero” puede significar el fin.
Pero los participantes quieren seguir estando.
El mutismo gana en una invisible pulseada de infelicidad compartida.
Infelicidad, sí; pero compartida.

miércoles, 22 de octubre de 2008

UN DIA MAS


El trabajo, la computadora, la pantalla, los urgentes, el teléfono, mi casa, el robo, la policía, la puerta forzada, el desencanto, el desorden, la tristeza, los faltantes, el enojo, criminalística, las huellas, la seccional, la denuncia, el portón, el candado, el soldador, el pasador gigante de caño, la puerta, el cerrojo de acero, el apuro, el miedo, la inseguridad, el corte de luz, la térmica, el trabajo hecho, dos llaves pasan a ser cinco, los presupuestos, la alarma, la puerta reja, una llave más y van seis, el cansancio, el final del día, la fresca noche, el desgano, la charla, las dudas, las decisiones tomadas, las ganas de la culpa, nuevamente el desgano, las plantas, el patio, la manguera, el sobreponernos, el grifo, la lluvia sobre la reseca tierra, el aroma, los colores de nuevo, el teléfono, la cerveza de la heladera, la charla, el fresco, el alivio de seguir estando, las culpas se desvanecen en pétalos, fresca cerveza, caliente angustia, aplacamiento, la placidez, la pizza, la segunda botella helada, los pies estirados, la panza llena, la seguridad, la risa, el placer de seguir estando, el cariño, la tranquilidad, y el placer, el inmenso e inexplicable gran placer de seguir estando…

viernes, 17 de octubre de 2008

CARNE DE TU CARNE


La rutina se hizo añicos esa tarde de viernes, un llamado telefónico y mi noción de la realidad quedó patas para arriba, los planes palidecieron para desaparecer, era necesario tomar decisiones apresuradas y en menos de tres horas me encontraba a bordo del micro que me llevaría por mil kilómetros de incertidumbre.
Mi hermano no estaba, había mandado infinidad de mensajes para quedar de acuerdo y encontrarnos, no estaba, una mezcla de bronca y preocupación empezó a crecer dentro de mi confusa expectación. No era bronca con él, era enojo con la insidiosa duda, la maldita incertidumbre de que iba a demorarme más en verte.
Siempre hace calor en mi ciudad natal, no importa que sea el mes de Julio. En la vereda estaba mi hermano, bajé con dificultad del taxi, hablamos poco, había tierra suelta de los canteros de la calle, se veía que la lluvia había estado ausente hace tiempo.
Finalmente me llevaron con vos, el corazón me latía fuerte, la enfermera hizo una excepción, eran las dos y el horario de visitas era hasta la una y media, otra gente, otras camas, olor a desinfectante, quejidos, luz baja, desnudeces humanas, y vos en la cama del final del salón verde de azulejos asépticos.
Te vi chiquita, doblada sobre vos, las sabanas sueltas, labios morados, la respiración dificultosa, abriste los ojos y me hiciste entender que estabas complacida de verme, te tranquilicé, me tranquilicé, te hice un poco de energía ante los ojos extrañados de las enfermeras.
Dos semanas se sucedieron, 14 días de miedo a perderte, mientras, con mis hermanos y familiares nos hicimos más humanos, mas cavilantes, vacilantes, reflexivos, empáticos… y yo cobré renovada conciencia del lazo fuerte que me une a vos, mi vieja; mi mamá.
Camino solo, pero de sólo pensar que puadas no estar, mi caminata deviene en renguera…
Hoy veo complacido que saliste más fuerte de lo que entraste, valoras más la vida, no te enganchas en peleas absurdas, apuestas por el cariño, te arriesgas mas a amar aunque pueda doler, ya no fumas, de apoco estas empezando tus olvidadas caminatas, has bajado de peso, te diviertes más, te ríes, cuentas chistes apuntados en tu libretita, y haces tantas otras cosas que me hacen sentir orgulloso de ser tu hijo.
Pero no me engaño, se que no vamos a estar siempre y que algún día faltará alguno de los dos, pues es la ley de la vida y este año me lo ha hecho recordar con el hierro candente de la posibilidad de perderte, así que en este nuevo día de la madre, te vuelvo a decir, que seré siempre tu hijo y que el mundo es inmensamente más bello sólo por el hecho de que estés en él.
Sé que algún día nos vamos a separar, entonces veré que hago, mientras, voy a gozarte en cada latido, en cada respiración…
Feliz día mi Turca Bella.

martes, 14 de octubre de 2008

EL TOQUE DE MIDAS


Quiero un diez, dijo… y lo obtuvo.
Quiero plata, dijo… y la obtuvo.
Quiero una casa, dijo… y la obtuvo.
Quiero alguien con quién dormir, dijo… y lo obtuvo.
Quiero una familia, dijo… y la obtuvo.
Quiero el auto, dijo… y lo obtuvo.
Quiero la pileta, dijo… y la obtuvo.
Quiero ser feliz, dijo… y no pudo.
Entonces quiero honores, dijo… y lo obtuvo.
Entonces quiero millones, dijo… y los obtuvo.
Quiero sentirme valiosa, dijo… y no pudo.
Entonces quiero una mansión, dijo… y la obtuvo.
Entonces quiero una amante, dijo… y lo obtuvo.
Quiero paz interior, dijo… y no pudo.
Entonces quiero el Alfa Romeo, dijo… y lo obtuvo.
Entonces quiero el jacuzzi, dijo… y lo obtuvo.
Quiero saciarme, dijo… y no pudo.
Luego, se cubrió la cara con pastillas, vistió ironía, se envolvió en desprecio, se adornó en odio, se maquilló con poder, se emborrachó con sexo utilitario, se ajó y pulió desde afuera, y se llenó…
Se completó,
rebalsó…
…de vacío.

viernes, 10 de octubre de 2008

CONDICIONAL


La llave se negaba girar en el tambor, Alejandro puteaba entre dientes, Méndez lo tenía podrido, hoy había estado a punto de contestarle mal, ese hijo de puta se aprovecha porque está enganchado con la gerencia, pensaba, si tan solo no necesitara tanto la plata, todo por llegar al cero, si hasta parecía que el auto sabía que lo tenía agarrado de las pelotas, todos los días antes de subirse miraba como el hueco del radiador con los faros parecían una cara sonriente congelada en burla.
El fresco del comedor, los cantos del canario desde el balcón, tiró la ropa por cualquier lado, se había chivado, olor a pata también, no había nadie, se quedó desnudo y se sentó sobre el sillón, preparó un fernet, puso música; Méndez y la puta que lo parió, y la hija de puta de la esposa del gerente, que se cree, con esa baranda a perfume caro, el celular sonando y la alimaña en brazos que no deja de ladrar.
Puso la televisión, Los Simpson, ya había visto el capitulo como veinte veces, le dio frío, fue a la pieza a buscar una remera, el canario cantaba en su jaula, afuera hacía calor, mañana podría llegar antes y hacerle pelota las rudas del auto, total el chupamedias siempre es el primero en llegar; llamarme lameculo a mí, que acaso no se vio en el espejo este cabrón.
Entró el canario, lo puso sobre la mesa y se quedó miándolo, el bicho saltaba del palito al piso de reja y de nuevo al palito, seguía cantando pero menos, al parecer lo había puesto nervioso; todos los meses hay que pagar la cuota, el seguro, la tarjeta, el celular, menos mal que la vieja no le cobraba los impuestos; zángano le decía su hermana, claro, ella se quedaba en su casa rascándose mientras el marido se deslomaba.
El tic tac del reloj ya le tenía las pelotas por el piso, el canario manchaba la mesa con el mijo cuando aleteaba, deben ser como las cuatro y media, pensó, ya llega la vieja, cuotas, cuotas, cuotas, barrotes arriba, abajo alrededor, tomó la jaula y se fue al balcón, sonrió, algo empezaba a ceder entre su pecho y la garganta, hacía calor afuera.
Abrió la puertita, el ave de plumas doradas salió con aleteo rápidos, y se perdió entre los edificios, él podía también, la jaula quedó dada vuelta en el suelo, el mijo y el agua en la baldosa, inservible ya, cerró la mampara, adentro estaba más fresco, llegó su madre, ¿Qué hiciste?, una sonrisa y la angustia ahora ausente,
Un estampido suave y sordo, el giro, la sorpresa, una mancha en el cristal, un manojo de plumas amarillas en el suelo del balcón, al otro lado del vidrio, nacido y criado para estar en cautiverio, desde chiquito, poco hábil para manejarse en la naturaleza, generaciones una tras otra, todas igual, ¡Pero que estúpido animal!, dijo su madre, la angustia volvió mas fuerte pues sabía de qué animal estaba hablando…

martes, 7 de octubre de 2008

JAQUE A LA TORRE


Palito sobre palito, atadura tras atadura, escasos materiales, arqueadas a veces por el inclemente viento, mojados por la lluvia acalorados por el sol.

Torres de uno, torres de dos, de familias, palito tras palito haciendo una estructura cada vez mas grande, ansiosos por ser la torre más alta, desde arriba parecen las torras más pequeñas difíciles de ver.

A veces quedan vacías, de tanto en tanto inmensas estructuras quedan baldías decayendo con el tiempo, también ocurre que algunos se animan saltando para llegar desde su torre, a veces lo logran, otras no. Las torres baldías suelen tener muchos muertos alrededor.

Palito tras palito, todos en la tarea, comparándose, celándose, apremiados como si no hubiera mañana, desde chicos con los pies sobre la torcida madera muerta, la caña, la paja, los retazos venidos a material de construcción.

Hasta que caen, a veces por distraídos, otras por haber heredado una torre deficiente, o haber construido mal la propia, “caer en desgracia” dicen los de las torres altas quienes al estar más arriba mas temen al suelo.

Panfletos, folletos, libros y programas de T.V. hablan sobre las vidas de quienes dominan el valle desde las alturas, y de los que habitan las bajas partes, para que quienes estén a media altura deseen y teman, en todo caso, para que no dejen de trabajar.

No recordaban sus pies la tierra, parados sobre palitos, toda la vida, se preguntaba que había para el otro lado de la aldea de las torres, pero temía en secreto, y las voces decían que era mejor estar quieto, palito sobre palito.

Algunos habían caído los pudo ver, las lagrimas la impotencia, los mocos negros de tierra, las caras rojas en expresión de ahogo, arrastrándose a pesar de tener piernas, reclamando desde el fondo por ser oídos.

Hay sistemas de ayuda para izarlos de nuevo, algunos lo toman, otros no cesan de caer una y otra vez, se hacen adictos a los palitos prestados, con el tiempo, dejan de mover incluso los brazos.

Cuando sus pies tocaron la tierra un recuerdo ancestral le susurró al oído que las piernas estaban hechas para caminar, no solo para mantener la cabeza alta sobre las torres, y caminó.

Muchas voces quisieron ayudarle, convencerle de que había caído en desgracia, y ante su negativa sus padres le dieron las espalda, su barrio, sus amigos, su comunidad, así que tuvo que migrar.

Pies para pisar palitos, manos para atar, voces para gritar entre torres, fuerza para sostenerse, sueño para descansar y juntar más palitos.

Bajo las torres, tras el monte, cruzando el arroyo, lejos de los gritos, los pájaros cantan, el sol brilla, los pies caminan y otra gente habita.

Tuvo que callar las voces para saber quién era.

viernes, 3 de octubre de 2008

INTELIGENCIA


Salimos a pasear del brazo, ella deslumbrante compañera, y nos enlazamos con otras parejas, nos seducimos, nos comparamos, somos especiales, nos lo creemos, nos encantamos, encandilamos, nos dejamos hacer, hacemos, nos gusta, embriagados, encendidos, risueños, irreverentes, crueles…
Una llave inglesa, magnifica para ajustar tuercas; igual de útil para partir una cabeza:
Sólo una herramienta.