lunes, 7 de enero de 2008


NINGUN LUGAR
Vuelvo de la experiencia de la comunión de los que transitamos al borde de los bordes y guardo con celo la sensación que reverbera aún en mi alma, sonriendo al recordar, forzando el no olvidar.
Esencialmente nos reconocemos al no conocernos, al aparecer tan extrañamente familiares a pesar del implacable tiempo y espacio, nos burlamos hasta de la carne, obnubilamos el juicio para que los juicios no rompan el circulo.
Atontando la cabeza con alcohol, sacudiendo el frasco con insectos alados, efervescencia del champagne y la comida presentada por segunda vez en la noche, nos hartamos del tiempo, somos poderosos, ¿quién es uno y quién el otro?.
Ausencias plenas de presencias, luces flamígeras, cánticos lejanos, autos que pasan, humo en el aire, todo tan lejos, tan cerca.
Alguien se duerme con las luces del alba, no queremos volver desde afuera al horno diario, aún queda brisa a pesar de los vasos vacíos.
Nos despedimos y con las cuadras otro camino se va desandando, el que nos trae de vuelta a lo cotidiano.
Atesoro y guardo, mezquino, ansío volver a los márgenes, pero cuido de no hacerlo tan seguido que el borde se haga el adentro de las rutinas.
Escondo y espero, tal vez la próxima vez nos halle juntos al borde.

6 comentarios:

dolape dijo...

vuelvo a emocionarme al leer esto (cuántas veces van en los escasos días de este año?). Estamos convencidos que los recuerdos quedan en la mente. Yo ya no lo creo. Quedan en los sentidos, en las emociones, y vuelven por ese lado, al encontrarse algo brota de la piel y aparecen nuevamente, también en un aroma, en otra copa de champagne bien acompañada, en el humo que sube al techo de mi cuarto en una de las tantas noches de insomnio en las que no estoy solo aunque estire la mano y no encuentre a nadie al lado. Otras veces vuelven con las letras ( como ahora ) y mágicamente se hacen carne y la piel vuelve a estremecerse.
Estas palabras están en comunión unas con las otras, como las almas esa noche.

YOR dijo...

Dolape: Será que los tesoros que uno alberga son valiosos por lo raros y escasos?... esa noche entre varios hicimos un diamante que brilla con luz propia y despabila la tristeza cuando la soledad nos ensombrece...
Que bueno haber estado.

Sergio dijo...

En esos dias, estos seres, fueron...fuimos...ni mas ni menos que nosotros mismos, abiertos, comodos, relajados, la sonrisa y el brillo ocular no alcanzaba para describir la alegria de cada uno, no eramos cada uno, eramos una unidad de brillo y felicidad, en comunion...todo se iba acomodando naturalmente, y formabamos parte de la misma danza, el amor ha sido esa fuerza poderosa que nos abrazo y acaricio en esos dias...es mas para mi no hubo tiempo, solo un viaje insolito, profundo, verdaderamente vivo!!! los amo a todos incluso a mi mismo...gracias.

YOR dijo...

Sergio: Cuantas veces podemos decir abiertamente, fuimos "nosotros" tal y como somos, sin fingimientos ni tapujos... tan simple de decir, tan complejo de hacer, y de repente, ya lo estás haciendo...

Sergio dijo...

El acto, como tal ....es inasible, la fuerza que determina el encuentro en las constantes del tiempo lomarcan, como ahora...recien casi se corta la luz, y eso fue acto puro, y no encontraba manera de saber si esto quedaria ahi o se perderia para siempre...otro encuentro de fuerzas que determinan mas alla de mi voluntad....

YOR dijo...

...la vida es un cúmulo de actos que aparecen ilusoriamente en un marco de linealidad que signa el tiempo que es nuestra manera de percibir el cambio. Nada es realmente asible, excepto la ilusión de que algo queda, pero ese “algo” se hace “nada” cuando cotejamos experiencias y nos damos cuenta que mas allá de la explicación inmediata, hay una mas profunda y particular, hecha de lo que cada uno pesó haber vivido, y que al comparar nos deja sumidos en la idea de soledad dadas las diferencias…
No hay tal cosa como la linealidad excepto en nuestras cabezas, la realidad es multicausada, es esférica, y cada cual puntúa del infinito de causas y consecuencias la que su marco de referencia le permite, conformando así la ilusoria “linealidad temporal”…