lunes, 21 de enero de 2008

HAGAMOSLO CLARO


Decido creer que entiendes, que de alguna manera no perceptible a mis sentidos algo afectó tu sensibilidad interna como efecto de lo ocurrido estos días en nuestras vidas, sé que no puedes explicarlo, pero interpreto que hay algo más, pues entre tus frases aparecen salpicaduras de silencio y expresiones de entrecejo fruncido que me hablan de tu imposibilidad.
Escucho cuando dices que confías en que, con el tiempo, las cosas se irán aclarando al punto de poder decirlas, que por ahora hay confusión y mezcla de sentimientos: Tristeza, melancolía, alegría y la grata sensación de haber hecho las cosas bien.
Permanezco al lado del árbol hasta que sus llamativas y aromáticas flores se transformen en frutos comestibles nacidos para ser compartidos.
Comprendo que no hay atajos para asimilar las cosas que nos impactan suave, gentil y radicalmente en la vida.
Miro en silencio cómo los detalles se van desvaneciendo en ramificaciones conocidas.
Siento el caos oscuro y veo aristas que asoman cada tanto en la superficie dándome pistas inconclusas de eso que intuyo más grande y que repta bajo las aguas.
Respiro y guardo la calma, pues se que eso que bulle ahora en la oscuridad, será luego un fruto nacido para ser compartido.

1 comentario:

sergio dijo...

El tiempo, seguramente, mejora la perspectiva de las cosas. Woody Allen dice que el humor es "tragedia más tiempo" -si uno se ríe de la muerte de un personaje célebre mientras lo están velando probablemente sea tomado por un desalmadfo. Pero si lo hace unos años después puede ser divertido. Ya sé que no es exactamente lo que plantea el texto pero va por ahí la cosa.

Ah, me gustó mucho la imagen de esperar bajo el árbol a esperar que maduren los frutos.