Todos tenemos la capacidad de dolerle a los demás en nuestra ausencia
Dolor del que muchos huyen
Del que escapan al tiempo que lo buscan en sus más profundos deseos
Y es que amar tiene un precio.
Te abracé con ganas y sin reparos
Desde entonces hay un espacio que reclama tu presencia
Un universo y sus planetas cabrían en mi pecho
Pues ahora siento no poder sentirte.
A veces me engaño prendiendo haberme equivocado
Me digo que nada debiera haber pasado
Pero dentro sé que refiero esta tristeza
Que me recuerda que estoy vivo palpito y respiro
Hasta la próxima vez.
6 comentarios:
genial blog.
te mando un saludo cordial y un aplausillo modesto.
suerte mil.
HOLA P.E.P.E.®: GRACIAS POR LA BUENA ONDA Y BIENVENIDO AL BLOG!
A mi me gusta mas la proxima vez , que la primera vez,en ese lapso, invento mundos,regalo la luna,el sol brilla para mi,no duermo,mi sensibilidad me lleva a ver diferente,y ademas espero, esa proxima vez.
Yor querido amigo, cada vez mejor, cada vez mas brillante.
Mauro: Vos sos de los míos! Romántios a morir! jajaja
"Todos tenemos las capacidad de dolerle a los demás..." A mi me parece que siempre me engancho con historias en las que al único que le duele es a mí.
Licenciado ¿es eso masoquismo?
Muy buno el post.
Sergio: Jjajaja... espero sea broma la introducción a su post... jajaja, sino, habría que poder meditar sobre la siguiente cuestión: ¿Tiene Ud. La capacidad de medir el dolor ajeno con total certeza?... o en todo caso: ¿Qué acciones emprende Ud. Al considerar valida su apreciación del dolor ajeno en función del suyo adquirido?... Para la próxima vez habrá que comprar una bolsita de pochocho y sentarse a ver la función…
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