Estaciones de tren a orilla de las vías.
Humos en el horizonte que se convierten en locomotoras.
Otras veces, sólo humo a la distancia.
Una vez estación, otra el tren: ¿qué nos tocará esta vez?.
Algo queda, algo llega, nada se pierde pues las vías todo lo conectan.
Las vías unen los horizontes.
Algunos prefieren quedarse a esperar, otros deliran por moverse, pero a la vida no le importa, a veces te quedarás quieto y verás como la torre de humo se disipa en la distancia, otras, serás vos el que deba partir.
5 comentarios:
En la vida somos a veces el que se queda despidiendo y otras el que parte, aunque sólo la emoción sea la de moverse, aunque el destino no esté asegurado.
Lo encantador de esto es que podemos tomar diferentes roles y ganar experiencias con respecto a las partidas, al desdoblarnos en distintas situaciones y fortalecernos.
Igual está bueno que haya alguien esperándonos o tener a alguien a quien esperar!
Besitos, y buen finde
PAOLA: Completamente de acuerdo. Toda a vida es un tránsito y sufrimos como locos cada vez que queremos pervertir esta visión. Todo se mueve. Hay que moverse, con la vida, antes que se nos mueva en contra de nuestra voluntad.
Buen finde!
¿Y cuándo subimos al tren de polizones y unos de los guardas nos empuja al vacío como en las pelis de vaqueros? ¡Flor de golpazo!
Cariño, dile al maquinista que en mi laberinto aminore la velocidad, retiras un premio y sigues.
Keep moving
Besos
Proyecto María Castaña: No había pensado al opción de ser polizón en alguna huía ajena... pero está bueno, eso si, como marcas, tiene sus riesgos...
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