martes, 23 de febrero de 2010

EL ORDEN DE LOS FACTORES



Hubo una vez alguien que decía amar demasiado y demostraba su afecto dando sin limites hasta ser un hombre destacado.

Hubo también gente que gustó de tanta abundancia y rodeó al que tan alegremente entregaba con esa permanente constancia.

Aconteció que el que daba un día se enojó, sintiéndose herido al no verse correspondido en su amor.

Aconteció que el que decía amar se replegó no dando mas afecto y el torrente de virtudes entregadas quedó sin efecto.

Así el que daba, dejó de amar y el que recibía solamente, siguió sin dar.

Así el que solía amar empezó a sufrir, ya que al no hacerlo su ser no podía surgir.

Al dejar de amar se sumió en el tedio y vio perderse su felicidad si remedio.

Al no recibir el que tomaba, se fue a otros prados donde la brizna abundaba.



Hubo una vez alguien que meditando descubrió que el que dice amar si espera algo a cambio se ata al que dice cuidar.

Aconteció que el brillo llegó a su cabeza y pudo verse por primer vez como quién realmente era.

Así el que daba volvió a dar y fue feliz desde aquel entonces como no hay par.

Al que amaba ya nadie más podría decepcionar porque al primer hombre que éste amaba era ése mismo que no cesaba de dar.

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