
Y vas con tu ojito, pequeño bribón
dele cortar y parchar
Con tu inocente mirada cual agujero sumiso en el que todo cae
Te mientes y me mientes, descarado
Fotones agolpándose en el cristalino, impregnando la retina
Nada ves si no hay luz,
pero siempre puedes imaginar
Aún en la más grande oscuridad construyes sin parar
Nada es que no me digas
Nada pasa si pretendes objetivar
Que creas que nada armas en tu cabeza
Es lo peligroso de verdad
Si miras la rosa
Amor, tersura y color
O espinas, sangre y dolor
¿Que opción habrás de tomar?
Ojito bribón, armando sin saber
Tiñendo sin notarlo
Cada experiencia que al pozo llega
Habla más de vos que de lo que afuera está.
2 comentarios:
¡Bien Jorge!, se ha animado al poema. Con un tema que lo obsesiona: la ambigüedad de la mirada. Yo de una rosa, miro su belleza y crueldad al mismo tiempo... como ve estoy educando mi observación.
Paula: No se nada de métrica y de rimas, me sale solo o no me sale y si trato de hacerlo a propósito se me "achata" todo... que se yo, jajajaja.
Me encanta que Ud. se haga responsable de lo que llega a sus ojos!
Publicar un comentario