jueves, 26 de marzo de 2009

SOPITA Y A LA CAMA



La zanahoria termina por agarrar gusto a gallina, pensaba mientras al teléfono escuchaba una lista de quejas que no terminaba más.
Tarde o temprano esto iba a ocurrir; macrocontexto que le llaman.
Nada podemos hacer para evitar esta sensación de incertidumbre, los precios subiendo, el fantasma de viejas crisis económicas, la retracción del consumo, la retracción del trabajo, la gente echada a la calle.
Y de pronto la milanesa no tiene el mismo gusto, pero no lo digo para que no piensen que soy un “hinchapeotas”, hasta que otro lo dice y yo asiento, entonces nos permitimos sentirnos estafados una vez más.
Quejas por acá, tristezas por allá.
Toda la verdura termina teniendo gusto a gallina.
Tiros por acá, muertes por allá, pantallas planas y notebooks.
Lo que más me indigna es que hay un alguien que se beneficia con eso.
Algunos alguienes.
Nos enroscamos, como los perros, para esperar la patada del dueño, de manera que no duela tanto cuando llegue.
Y la patada no llega.
Escaldados, adoloridos por la incómoda pose, guardados oliéndonos el rabo, gruñendo a todo aquel que se acerque, esperando el golpe que no llega.
Muchos rollos peludos de ojos inyectados en sangre gruñendo y babeando desde acá hasta donde alcanza la vista.
Dentelladas también, entre nosotros, entro los rollitos resentidos, no con el dueño de la amenaza, ese que no termina de patear, ese que nos quita el sueño y nos llena de ansiedad, ese que nos habla desde las pantallas, desde los parlantes, disfrazado de la vecina, en las reuniones, en el trole.
Tal vez la patada nunca llegue, pero nos hemos encargado ya de arruinarnos la vida entre nosotros.
Todo dentro de olla termina teniendo gusto a gallina.

6 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

...y la sopa apenas la probamos porque apesta que todo este infecto al sabor de la gallina.
Compañero de edad, ¿cuántas crisis hemos vivido en esta vida? Unas seis o siete seguro. Nacimos en una época horrorosa, de la que tenemos vagos recuerdos, en mi caso, no mencionar el nombre de Perón, tercera palabra que aprendí después de papá y mamá. Después más mayorcitos escuchábamos a las maestras que nos pedían oraciones por los chicos de Malvinas y yo con baricela mezclaba imágenes de TV de "el estamos ganando" de Galtieri con el hincha de Camerún de Clemente en el mundial de España. Después vino la democracia y mis viejos me llevaron a todos los actos radicales con una boinita blanca y recuerdo a Alfonsín pidiendo médicos en la esquina de Las Heras y San Martín (a este país le hacía falta un hospital de alta complejidad). Después vinieron los australes tan fuertes como el dólar unos días para llenarse de ceros a la derecha en pocos meses. Devaluación. Saqueos y la llegada del mesías norteño con su salvación económica recién salidita del horno de la escuela de Chicago. Mi pueblo ferroviario se hundió y en el alud también la farmacia de mi abuelo y mi mamá. Las adolescentes "bien" que éramos yo y mi hermana tuvimos que salir a trabajar si queriamos estudiar. Y nos empleamos en la gran oferta de trabajos basuras que ofrecía "la flexibilización laboral": yo cajera de supermercado y después administrativa de 70 hs semanales ("48 decía el contrato") y mi hermana moza de una pizzería.
Después vino este señor que se fue en helicóptero y, si no me equivoco, es suegro de Shakira, ¿Del Río?, ¿La Ría?, ¿De la Reja? Mi mente se niega a recordar. Yo había ahorrado en un plazo fijo... pueden imaginarse el resto de la historia.
Ahora, como no podemos estar afuera, se nos pega como el dengue la crisis del mundo. Si las cosas no están bien, el "chivo expiatorio" funciona perfecto. Por supuesto no se trata de la inoperancia de los que nos gobiernan, de su estilo autoritario, de su falta de diálogo, de su ignorancia frente a problemas evidentes. Estoy cansada.
Me parece que, pese al gusto hediondo del caldito, lo voy a tomar todo para recuperar fuerzas.

YOR dijo...

Decir que considero tu respuesta una avalancha de lucidez, es quedarme corto. parece que ser argentinos es sinónimo de vivir en crisis, eso si, si correspondes a la "casta' adecuada, pues hay otras castas para las que las crisis son un río revuelto donde se sientan a pescar...
Increíble, a veces me canso, y se supone que no conozco nada mejor que esto... pero de todos modos me canso... de la queja de la estafa, del sálvese quien pueda... de te cago porque me cagan...
Rescato la idea de que en medio de tanto lío hay un espacio para la reflexión, para el arte, para el encuentro, para la calidad humana...
Compañera de edad, que orgullo compartir este país con gente como vos.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Yor, estoy atragantada con un huesito de realidad que se me astilló en la memoria, al recordar el olor a caldito grasiento comparadao con la sopita de verduras cortada por mamá.
Coincido con los vagos recuerdos, no por perezosos sino por desvaidos, de aquellas épocas, yo compañera de edad tbién, lejos de vuestra formación cultutal e histórica, un poco más "colgada" tal vez, pero igual de víctima de todas esas KRISSSIS.
Cuando los little toy soldiers fueron carne d ecañón, yo escribía poemas para Malvinas y empezaba a ganar premios.
También comaprtí las boinas blancas fervientes y también relatos de mi madre,en cuya juventud de estudiante de filosofia era anfitriona e invitada a cenas, debates y conciertos de los fronterizos, de Miguel Brascó, de Ariel ramirez y carlos Guastavino

Épcas gloriosas de estudio, de intercambio d eideas, de quejas por la falta de libertades y garantías....qué era eso>'????

Ella me contaba sus aventuras cuando osaba ir a teatros under, ella me creó una memoria intrauterina de lucha y de manifestación artística apesar de los barrotes de ignorancia que aún hoy están en el podio.

Ella , mi madre, fue la que el dia de la matanza de Ezeiza, en Junio, cuando volvía Perón, se le descompuso el auto, con papá, y fue a parar a una estación de servicio de los montos, y pidio ayuda ahí para el vehículo, y se salvó, diciendo q estaba embarazada, lo cual era cierto (x intuición) luego lo confirmó, y estuvo siempre cerca, del arte, de la rebeldía, de las agendas de amigos a los que jamás volvío a ver
Aporto la quiebra del banco alas entre mis recuerdos,los políticos vacacionando con pizza y champagne en estos médanos que hoy me inspiran y esos veranos en los cuales yo recién estaba viviendo acá, laboralmente flexible........
y trabajando tuve q hacer carrera a distancia,(comercial) y podía pagarme la UB con el sueldo de los 90, y empecé acomprar un terrenito en cuotas ......que terminó en el karma de un 147 que terminó reencarnado e el pago de esos ceros que soplan la nuca.
YOR, ESAS aguas revueltas donde algunas castas pescan se ven también en estas costas fashion, cáscaras vacías de siliconas huecas y remeras polo bajadas del container, cosidas por pobres esclavos explotados, que si supieran que "sus" remeras se manchan con caviares y chorrean habanos y toses podridas.
Rescato el espacio de libertad y de arte y de intercambio.
Amigos, los quiero,Paula te admiro siempre más.
Yor, sos más que especial permitiendo estas reflexiones a la orilla de un caldo....
Te dejo mis disculpas por la extensión de la presente.
Besos

YOR dijo...

Paola: Si hay algo que puedo decir con absoluta seguridad después de leerte, después de leer a Paula, es que ambas me devuelven un espejo de mí, en las vivencias pasadas, en las crisis transitadas...
Yo no se si a todo el mundo le pasará lo que a mí, pero suelo tener la falsa percepción de que esto que me ha ido pasando en la vida es algo que me ocurre a mi y nada más, hasta que me cruzo con otras personas que me devuelven fragmentos de mi propio pasado pues ambos compartimos un país, un pasado, y ahí se produce la magia de que automáticamente empiezo a sentirme menos solo, y esto hace que la emergía para seguir sea otra, en calidad y cantidad...
Mi niñez transcurrió en Santiago del Estero, principal exportadora de gente a otros lugares, y si la conocieran y vieran su "mercado laboral" entenderían claramente porqué es así, pero hay algo que la gente de mi provincia siempre se lleva consigo sin importar que tan lejos se vaya, y es el afecto y la calidad humana... mucha gente llega a Santiago y decide no irse nunca más, dicen que por la gente y sus costumbres, que paradójico que de los nacidos allí salgamos como catapultas a otros lados... me pienso y nos pienso como embajadores de esta manera de ver la vida.
Ya no divago más. Un placer y sobre todo un privilegio compartir estos pensamientos con mis queridas congeneres...
Un abrazo.

P.E.P.E. ® dijo...

Crisis. En todos lados. Yo naci en 1976, con la dictadura Militar en mi pais. Una seudodemocracia en los 80's, me hizo crecer entre dinero devaluado, precios por las nubes, un cambio de moneda (por el cual podria tener un billetiro de 50 MILLONES el que me alcanzaba para comprarme medio chicle) y la hiperinflación más alta, soportable por algún ser humano.

Creci entre terrorismo. 14 años de paranoia, dudando si pasr al lado de aquella bolsa frente a la escuela (podría ser una bomba), asesinados en las calles, un bendito coche bomba explosionando a 20 metros de mi casa, dejando la parte frontal completamente destruida; padres de amigos militares asesinados de la manera mas salvajes, cartas bomba, NIÑOS bomba (en el límite de la bestialidad, se enviaban a estos pequeños mensajeros que por unas monedas podrían inmolarse por la causa, claro, sólo se darían cuenta al momento de la explosión)... RESULTADO:70,000 muertos.

Lo peor de este gusto infectado (que "saboriza" todo alrededor), es que siempre hay alguien que se beneficia de todo aquello. Alguien a quien no le conviene una forma de estabilidad. Señores de saco y corbata, metiendose mis impuestos al bolsillo, presidentes con mínusculas, políticos impronunciables. Una señora argentina de pañuelo blanco en la cabeza, apoyando terroristas en mi pais;(mientras que sus hijos, viviendo comodamente en Paris, reciben un sueldo mayor al que yo ganaria en dos años de puro trabajo).

Yo crecí asi. Como la mayoría de nuestra generación. Mi infancia la pase con "pepito, de la escuela a la casa"; con baldes vacios saliendo a buscar agua ( escaseaba todo!), trabajando para poder estudiar, y hasta (con desverguenza muy sana) robando algunas frutas y verduras para poder comer...

¿Que hacemos con tanta mierda?
Yo la verdad, soy poco conformista. Y lo que mas me molesta aqui es esta incertidumbre del "¿y ahora.. que?"
Mucha queja, mucho cagón suelto, mucha gente de mierda.

Por eso, apago el televisor, me tomo una sopa (gallina a la mierda, prefiero un cubito) y mientras la ingiero pienso: "¿Será que, llegado el día en que TODO esté bien, de la forma correcta y legal, no me acostumbre a aquello?".

No lo sé.
Naci, crecí, vivo en medio de crisis.
Y me jode. Siempre me jodió. Y creo que siempre me joderá...
...me joderá hacer de la mierda un "mal" habitual y necesario.

YOR dijo...

Pepe: Increíble lo que cada cual ha podido ir poniendo en este post.
Perece la caja de Pandora.
Muchos demonios metidos atrás, allá al fondo de los recuerdos y acá algunos del mismo linaje haciéndonos la vida difícil.
Una vez aprendí que los discursos decían eso que los otros quería oír para que los oyentes hicieran lo que el discursante quería... nada que ver con la verdad o la ética, todo un paquete de simple manipulación.
Que duros recuerdos Pepe, francamente reconozco no saber de la historia de tu país ni de la manera en que se vivió, pero poder leerte me acerca al menos un poco.
A veces pienso que vivimos en una ficción, hecha de recortes y convenientes avisos con lucecitas... y que nos amargamos y nos tratamos mal entre nosotros porque los verdaderos responsables están muy lejos para ser tocados...
Esta conciencia me hace cuidar más a los que tengo cerca, después de todo, son más tangibles que los intocables...
Un abrazo grande y gracias por compartir esos retazos de historia.