- Dale que no guanto más.
- Venite, no ves que te amo tontita, te amo mucho, dale, aflójate un poco.
- Sentí como se aloca mi corazón en tu presencia, sentirme piel a piel como el tambor marca este alocado ritmo; es que vos me podés y lo sabés.
- No cambio por nada este abrazarse, este tenerte cerquita, tu aliento, tu calor, esa tersura, este sensual modo de estar apretados.
- Por eso no te entiendo, por eso me pareces media loca ahora a la distancia.
- Nunca tuviste razón para irte, si yo te di todo.
- Tal vez más que tontita eras bastante pelotuda.
- Ojala pudieras serme indiferente, pero te odio a pesar mío.
- Te di todo mi amor y así me pagas. Ingrata.
- Yo no necesito aprender modos de amar, el amor es natural y fluye por las venas como la misma sangre.
- Maneras, modos, que vulgar forma de defenestrar algo tan puro como el amor.
- Yo te di todo.
- Vos querías que yo aprendiera.
- Yo soy así nena.
- No me culpes por ser quién soy; sólo se abrazar fuerte cuando el amor me flecha.
- Mi amor nunca pudo hacerte daño, son todos inventos tuyos.
- No te bancas ni vos.
- No tenés nada que sanar sos una consentida de mierda.
- Yo en cambio pago el precio de tu desdén.
En la zona todos sabían de lo tierno del corazón del puercoespín, de lo dura de sus espinas y de lo meloso que se ponía cuando alguien le gustaba.
6 comentarios:
Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya lo sabéis, como en los erizos.
¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.
Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido.
( Donde habite el olvido, 1932)
Este es el prólogo de un libro del maravilloso poeta español Luis Cernuda. ¿Por qué lo cito? Porque su historia me hizo pensar en él. Eso es todo.
Sergio: Que buenas líneas que has decidido compartir. Me han gustado mucho y el amor entre erizos parece ser un tema que nos preocupa a las personas...
Decía una profe mía de la facu: La relaciones entre personas son como las de los erizos metidos en sus cuevas para soportar el frío invierno, deben poder contar con la distancia justa entre ellos para no morir de frío en la lejanía así como no estar tan próximos que se pinchen con las espinas"...
Odiaba cuando alguien me decia "No eres Tu, soy yo".
en verdad lo odiaba.
Hasta que me dí cuenta un día, con el mayor de los desenfados, que podría utilizarlo a mi favor.
Hombres carajo! hombres!
ja.
un saludote mi estimado YOR.
se le extraña.
HOLA PEPE! La verdad es que ando con muchas cosas, pero de vez en cuando puedo darme una vueltita; como ahora, y poder leerte.
A veces, en algunas relaciones, las cosas se terminan pareciendo más a un juego de ajerdez que al "idilio romántico" que pretedemos...
Cuestión de etrategia, en eso deviene todo a veces...
Corazón tierno, boca melosa, ¡estos erizos se nos parecen bastante!
Me encantó el compendio de frases que todos decimos cuando estamos "enfermos" de amor, ¿acaso no es un desequilibrio psíquico y hormonal?
Sergio, lo del frío y el amor no lo sabía. Me encantó.
PAULA: En lo que al amor se refiere, hay tanto por leer y mucho más por ser escrito!
¿Se puede "caer en amor" (fel in love)? ¿es que el amor puede hacernos victimas de el? ¿O será un acto por sobre todo voluntario, sólo que nos victimizamos para justificar ciertas apetencias desviadas?...
Tenemos mucha tela para cortar...
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